Simone Biles sigue brillando en París 2024. La gimnasta se quedó con la corona en el concurso general y sumo su sexto oro olímpico, el segundo en estos Juegos.
Los problemas de salud mental que la afectaron en Tokio ya son cosa del pasado. Hoy el Arena Bercy se repletó. Había estrellas como Zinedine Zidane o Stephen Curry observando. Nadie se quiere perder la oportunidad de presenciar las hazañas de una deportista que a los 27 años ya es leyenda.
Su gran rival fue Rebeca Andrade. La brasileña mostró sus credenciales con un excelente salto en la primera rotación, pero Biles no se amilanó y respondió con el doble Yurchenko carpado que lleva su nombre y que le valió un inalcanzable puntaje de 15,776.
Pero Andrade siguió en la pelea. Estuvo muy sólida en las barras asimétricas. Para Biles, en cambio, ese es su aparato menos predilecto y no consiguió igualar lo que hizo la sudamericana.
La definición era atrapante y había un gran ambiente en el estadio. Con la presión encima, Biles fue a la barra de equilibrio y se lució. Fue la mejor de todas y sacó una ventaja trascendental.
Faltaba la última prueba, el suelo. Andrade hizo una enérgica presentación (14.033) y momentáneamente pasó al frente.
Pero la norteamericana cerró la competición con un ejercicio soberbio que marcó 15.066 para un total combinado de 59.131. Andrade la escoltó en el podio con la medalla de plata y el bronce fue para la también estadounidense Sunisa Lee.
El palmarés de Biles sigue creciendo. Este oro la convierte en la primera gimnasta que logra el título olímpico de esta prueba en dos ediciones no consecutivas.
Además, ya supera en oros olímpicos a la mítica Nadia Comaneci, que conquistó cinco, y queda solo por detrás de la soviética Larisa Latynina, con nueve, y la checoslovaca Vera Caslavska, con siete.
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