Katherinne Wollermann es dorada. París 2024 no lo olvidará jamás. Le dio a Chile la medalla de oro en los Juegos Paralímpicos de la capital francesa. Notable.
A sus 32 años se subió a lo más alto del podio paralímpico. Ratificó su condición de campeona mundial y, de paso, se ubicó como una de las mejores deportistas nacionales de la historia.
Wollermann ya sabía de éxito en la cita de los cinco anillos. Fue bronce en Tokio 2020 en la categoría KL1. En Río de Janeiro 2016 lo rozó: Fue cuarta.
A París llegaba con las expectativas a tope. Y cómo no, si
en mayo paso se transformó en campeona mundial tras quedar primera en el Mundial de Para canotaje de Hungría.
Se suman cosechas como el segundo lugar en la Copa del Mundo de Hungría 2018, y el tercer lugar en las Copas Mundiales de Polonia 2019 y Hungría 2021.
Su historia
Katherine Wollermann, oriunda de Chiguayante es campeona mundial, pentacampeona panamericana y monarca sudamericana. Ahora se suma el oro paralímpico.
Su vida dio un giro radical a los 19 años. Estuvo tres meses enferma sin que los médicos acertaran con el diagnóstico. Amigdalitis. Faringitis. Tubercolisis. Varias otras opciones se barajaron. La hospitalizaron y comenzó a sentir un hormigueo en las piernas y a perder el control de su cuerpo. Una vez se intentó parar y terminó en el suelo.
Su mamá la sacó de ese hospital y la trajo a Santiago luego de juntar plata con un bingo. En la capital sí acertaron el diagnóstico: una mielitis transversa infecciosa que no fue tratada en etapa crítica y que la iba a dejar en silla de ruedas por el resto de su vida. Hubo negligencia.
Le tomó tres meses salir de su casa. Al principio se tapaba para que no la vieran. Todo cambió cuando descubrió el deporte. Probó varias disciplinas, pero la que la cautivó fue el canotaje. Fue un desafío. Primero, mantenerse en el bote. Después, mantenerse remando y lidiar con los espasmos.
"Con 19 años asumir mi situación de discapacidad física fue complejo. Es un proceso que te despierta y sacude. Primero se siente mucha angustia e incertidumbre sobre el futuro, es muy fácil derrumbarse y caer al hoyo, uso este término, porque literalmente te sientes así, en un hoyo profundo, frío y vació. No hay una respuesta", relató.
El deporte le "devolvió" la vida. Probó en natación, handball y vela. Le "tincaron", pero cuando apareció el canotaje no lo dudo más.
"Me propuse que por todos los medios retomaría mi vida y junto a mi grupo familiar nos enfocamos en la recuperación física y emocional. Fue ahí que aceptamos la invitación de Teletón para tomar terapias en su centro de Concepción y como complemento a ellas, llegó el deporte a mi vida con una nueva posibilidad", contó.
"Al principio estuve un mes entero, solamente intentando subirme al barco y mantenerme equilibrada, lo veía como un desafío personal. Un simbolismo que representaba la vida, es decir hundirme y levantarme todas las veces que fuera necesario hasta cumplir mi objetivo". Ahora es oro paralímpico y hace poco fue campeona mundial. Tremenda.
