Bolivia hizo historia el pasado martes en el Estadio Nacional. Derrotó 2-1 a la "Roja". Nunca había ganado en Chile un partido por los puntos y hace 67 partidos que no conseguía un triunfo como visita por las Clasificatorias.
Antes de ganarle a Chile, los altiplánicos habían vencido a Venezuela. Así están, inesperadamente, en la lucha por ir al próximo Mundial. Clave en ese renacer ha sido Óscar Villegas.
La Copa América de Bolivia fue muy mala. Perdió los tres partidos en la fase grupal. Le hicieron diez goles y solo metió uno. Tras esa mala actuación, el DT brasileño Antonio Carlos Zago fue despedido y Villegas fue su reemplazante.
El nombramiento despertó críticas. Se le cuestionaba su falta de experiencia, se enfatizaba que gran parte de su carrera como entrenador había sido en juveniles.
"He trabajado en equipos nacionales con gente grande y joven, tengo la experiencia en el fútbol boliviano, he recorrido todo el país. Tengo las ganas de hacer historia. Este proceso, que quede claro, proceso, pueda llevarnos a un futuro a ser protagonista", declaró el hombre de 54 años.
"Las redes sociales te hacen mucho daño. Lo duro es ver que mis hijos sufran al ver que soy criticado, pero eso es parte del fútbol, estamos acostumbrados. Les digo que es un trabajo y lo entienden", agregó.
Villegas ha dedicado su vida a la pelota. Fue jugador profesional, pero se retiró con 29 años debido a una dura lesión en la rodilla.
Siguió vinculado al fútbol. Trabajó como técnico en las juveniles del club Aurora y algunas veces, por necesidad de la institución, tuvo que asumir en el primer equipo como interino. También pasó por Jorge Wilstermann e Independiente de Quillacollo.
En 2007 fue contratado por la Federación Boliviana para hacerse cargo de las selecciones juveniles. Le fue bien. Con la Sub 17 ganó los Juegos Bolivarianos de Sucre y estuvo muy cerca de clasificarse al Mundial de esa categoría.
Ese buen trabajo le abrió las puertas del Bolívar. Estuvo en la "Academia" de 2010 a 2018. Conquistó cinco títulos nacionales de reserva y en el 2016 tuvo un interinato en el primer equipo antes de que llegara el ex Universidad Católica Beñat San José.
Posterior a eso, trabajó como ayudante de su hermano, Eduardo Villegas, en la selección adulta boliviana, en el Always Ready y el Blooming.
Al momento de separarse de su hermano, se quedó trabajando en el Always Ready. Primero en las juveniles, después en el primer equipo, parecía su gran oportunidad, pero dejó su puesto por "problemas de salud y recomendación médica".
Le ofrecieron tomar Bolivia y no dudó pese a que sabía que se hablaría mucho. Una de las primeras cosas que hizo fue pedirle una reunión a Xabier Azkargorta, el entrenador que llevó a Bolivia al Mundial de 1994 y que también dirigió a la "Roja".
"Necesito de Xavier Azkargorta, quedamos en reunirnos, quiero que me aconseje, que sea un aporte. No tengo todo el conocimiento, necesito de la juventud de mi cuerpo técnico y la experiencia de los más grandes", manifestó.
En el poco tiempo que lleva a cargo, llama la atención que Villegas convocó a jugadores que no estaban en el radar de sus antecesores y que incluso no son titulares en sus clubes.
"La idea es de renovación, eso dependerá de los jugadores. Queremos encontrar el elemento necesario y que esté preparado para competir. La gente joven que está respondiendo y que no ha tenido oportunidad, seguramente tendrá una chance en la selección. Hay que ir progresivamente, es importante pensar que se requieren jugadores de experiencia, que puedan ser un aporte para los más jóvenes, necesitan reflejarse en alguien. La idea es que las nuevas generaciones lleguen mejor nutridas en todos los sentidos. Es una transformación, hay que empezar a dar oportunidad a la gente joven, debemos encontrar nuevas generaciones y los mejores talentos en el país. La selección pretende tener 100 días de trabajo al año en cada categoría", expresó.
Bolivia en estos momentos está octavo en la tabla y está quedando fuera del repechaje por diferencia de goles. Queda más de la mitad de la Eliminatoria. Villegas nunca ha prometido ir al Mundial, prefiere enfocarse en el presente. "Con el tiempo veremos cómo van yendo las cosas".