Emocionante desenlace del Torneo Nacional y Colo Colo sigue peleando mano a mano el título con Universidad de Chile.
El triunfo de 1-0 sobre Católica mantiene al Cacique con la primera opción de campeonar. Y la infartante victoria dejó varios hechos a destacar. Aquí lo mejor…
Leo Gil, el DJ
Es habitual. Quizás una cábala. El "Colorado" lleva la música en el camarín. Siempre. Llegó al Monumental con un gran parlante blanco. La cumbia y el reggaetón dominan el vestuario albo.
"La 8 no es para cualquiera… Gracias capitán", fue el lienzo que le dedicó la barra. El club le entregó tres camisetas enmarcadas con los números 100, 200 y 300. El volante superó los 320 partidos con los albos y el público se lo reconoció. Se vio muy emocionado en cancha junto a su pareja y su hija.
La amistad Falcón- Zampedri
"Si lo marco, no anota". Palabra del defensa albo en la previa. Le puso picante, pero lo cierto es que hay una muy buena relación. Conversaron antes y después del partido. Siempre muy ameno el diálogo. "Tenemos una buena relación, hay rivalidad pero primero somos colegas", dijo en zona mixta. Luego conversaron en los estacionamientos antes de dejar el estadio.
Llamativo lienzo en la Garra Blanca
Corría el primer tiempo y repentinamente se desplegó un lienzo en el sector de Arica. Era dirigido al "7" de Colo Colo. "Carlitos, la Garra Blanca te espera", fue el mensaje. No hay claridad sobre el fondo, pero en el complemento lo volvieron a mostrar y ahora el volante lo vio se frente. Se tomó unos segundos para mirar y luego volver al partido.
El golpe familiar de César Pinares
Horas antes del cotejo, la UC lamentó la muerte de la abuela paterna del jugador. Pese al fallecimiento, el volante siguió en la concentración y fue titular. Sin embargo, estuvo lejos de ser determinante. No se le vio en cancha. Afectado, quizás, pues fue un pobre partido del mediocampista cruzado.
Esteban Paredes sorprendió
Estuvo en el estadio y lo vivió como un hincha más. A tal punto que se trasladó hasta el sector de la Garra Blanca y alentó hasta tocando el bombo. El ídolo sorprendió a todos. Más tarde también fue al camarín a festejar la victoria y Pavez le regaló su camiseta.
Jorge Almirón, desafiante
Estaba desatado. Los minutos finales lo descontrolaron. A tal punto que vio la tarjeta roja. Y se fue desafiando al árbitro. Le dio la mano para despedirse, pero la mantuvo varios segundos firme y sin soltarla. Muy desafiante. Estaba sacado, molesto. Dejó la cancha efusivo y cuando llegaba al túnel, comenzó a levantar los brazos pidiendo que el público estallara. Y así fue. Salió ovacionado.
La indignación de Fernando Zampedri
Ya se iba el duelo. La UC perdía y tenía un lateral, casi en la última jugada. Pero los cruzados no reaccionaban. Y allí vino el grito del capitán. Se giró y le exigió a sus compañeros que salieran de su campo, que se acercaran y presionaran para intentar el empate en el cierre. No sirvió.
Falcón, un "loco"
Sabe que la gente lo quiere. Por eso pelea cada pelota como si fuera la última. Y así fue como cuando el lance se iba, fue a la disputa del balón, lo ganó e impidió un ataque cruzado. Lo celebró como un gol. Se golpeó el pecho, gritó y levantó los brazos al público. "Peluca, peluca, peluca...", fue la respuesta de la hinchada.
La "calentura" de Thiago Nunes
Cuando llegó el gol de Colo Colo, el DT brasileño ordenó deshacer los dos cambios que esperaban al borde de la cancha. Él corrió para decirle al cuarto juez. Ya en el desenlace, reclamó muy molesto por el poco tiempo añadido, según él. Le dijo al asistente y tras el pitazo final entró a la cancha para reclamarle lo mismo al referí principal.
Mosa, uno a uno
Tras visitar el camarín, el presidente de Blanco y Negro esperó a los jugadores a la salida del vestuario y los despidió uno a uno. Calurosos abrazos y bromas con Cortés, Palacios y Vidal. Incluso, retó a uno de sus trabajadores por no obedecer una orden que le había dado. Estaba feliz.
El capitán, siempre el último
Ya había pasado más de una hora y media del final. La espera era larga. Faltaban Vidal y Pavez. El "Rey" salió y habló con la prensa. Pero había que esperar. El capitán se tomó su tiempo como de costumbre, pasó al "mini" restaurante que hay en el sector de camarines y luego abandonó dialogando con los periodistas como es habitual.