Ruth Chepngetich hizo historia. El pasado fin de semana pulverizó el récord femenino de maratón. En Chicago hizo tiempo de dos horas, nueve minutos y 59 segundos.
Es un registro colosal, antológico. Rebajó casi dos minutos la marca anterior. Nunca una mujer había podido derrumbar la barrera de las dos horas y diez minutos.
Chepngetich nació en Kenia el 8 de agosto de 1994. De niña anhelaba ser policía, pero descubrió el atletismo en la escuela primaria y se obsesionó. Incluso le pidió a sus padres que por favor le permitieran dejar la escuela para dedicarse completamente al deporte.
Algo que llama la atención es que, prácticamente desde sus inicios, no cuenta con un entrenador.
"Sé lo que me funciona en los entrenamientos, así que no necesito un entrenador. He tenido éxito sin entrenador porque es una cuestión de esfuerzo individual. Un entrenador no te sujeta las piernas para que corras rápido, es el compromiso que pones en algo", afirmó.
Suele correr 170 kilómetros todas las semanas. Se entrena junto a un grupo de atletas de alto nivel en Ngong, localidad que forma parte del área metropolitana de Nairobi, a casi 2.000 metros de altitud.
"El atletismo es más que correr. Cambié mi forma de entrenar y de planificar las carreras. Aprendí mucho sobre cómo mantener la concentración, determinación y disciplina", ha dicho.
No es tan común que atletas de alto rendimiento sean madres. Chepngetich lo es. En su hija encuentro la mayor motivación.
"Me inspira mucho y es una de las razones por las que trabajo duro", comentó.
Su ascenso al estrellato fue cuando ganó la medalla de oro en el Mundial de Atletismo de Doha en 2019. Fue una prueba brutal. Treinta y dos grados de temperatura, casi 75 por ciento de humedad, 28 de las 68 participantes no pudieron completar el recorrido.
Luego acumuló varios reconocimientos en los "Majors". Obtuvo un tercer lugar en Londres 2020, ganó en Chicago en 2021 y en 2022.
En Estambul 2021 batió el récord mundial de medio maratón con una marca de 1h04m02 (después fue superada por dos etíopes, Letesenbet Gidey con 1h02m52, y Yalemzerf Yehualaw con 1h03m51).
Parecía capaz de todo. Pero en los Juegos Olímpicos de Tokio sufrió un duro golpe. Abandonó la carrera en Sapporo. Sin embargo, no decayó. En 2022 y 2023 ganó el maratón de Nagoya. El año pasado, además, obtuvo el título nacional de cross country de Kenia, que tiene un nivel de competitividad altísimo.
El récord mundial estaba cerca y en Chicago por fin logró la marca.
"Este es mi sueño. Luché mucho pensando en el récord mundial. El récord mundial ha vuelto a Kenia. Me siento muy bien. Estoy muy orgullosa de mí misma", declaró.
El mundo está a sus pies.