La selección de hockey femenino brilló en el Mundial +40 de Sudáfrica. Obtuvo la medalla de bronce en el torneo.
Una de las figuras del equipo es Catalina Torres. Este jueves la deportista conversó con Agenda Deportes Emol TV y se refirió a una situación particular. En el debut el elenco nacional perdió 5-3 con Australia, pero tres jugadoras no pudieron llegar al encuentro debido a que se quedaron varadas en Sao Paulo.
"Faltaban tres jugadoras titulares que, por temas de aerolínea, se quedaron abajo, no lograron llegar a este primer partido. Eso nos pasó la cuenta. Ellas por temas de sus trabajos tuvieron que viajar un día después. Sin embargo, llegaban perfecto a los compromisos que teníamos, pero no sabemos en que está (el caso), estamos averiguando, haciendo los reclamos. La aerolínea las dejó abajo. Ellas pasaron al counter en Sao Paulo y veían pasar a las uruguayas, a otras jugadoras y decían: '¿por qué a nosotras nos están dejando abajo?' Las terminaron mandando vía Frankfurt, recorrieron tres continentes, llegaron después de 48 horas y Chile tuvo que presentarse con tres jugadoras, muy importantes, menos", afirmó.
Estas jugadoras no se dedican 100% al deporte. Trabajan, tienen a sus familias. Torres contó que a veces la carga se hace difícil de llevar.
"El proceso selectivo lo armó a la Federación, hizo un llamado amplio y se juntó un grupo importante de jugadoras. Viajamos 18 jugadoras, pero hay 30-35 que estuvieron entrenando, yendo al Estadio Nacional, entrenando en las horas de almuerzo. Fue un proceso duro, algunas se quedaron atrás. Estamos todas agotadas, es un desgaste súper grande, la presión de tener que cumplir. Una se operó un mes antes de partir. Hay un esfuerzo", comentó.
"Todas somos jugadoras activas, federadas, no solo teníamos los entrenamientos de la selección, además cada una tenía que cumplir con los entrenamientos de su club. Por eso el desgaste material, ya no estamos tan jóvenes y algunas nos terminamos lesionando", agregó.
Para poder costear el viaje a Sudáfrica, las seleccionadas tuvieron que poner dinero de su bolsillo. También hicieron rifas y consiguieron el apoyo de la empresa privada.
"Hicimos una fiesta, un lugar de fiestas nos permitió vender entradas. Hicimos rifas. Contamos con el apoyo de las empresas que están en nuestra uniforme, también de montones de emprendedores. Hicimos clínicas, campeonatos de hockey", declaró Torres.
Siguiendo en esa línea, la hockista dijo: "La rifa fue una apuesta total. Nosotras teníamos premios súper grandes, era súper profesional. Algunas se la jugaron y vendieron 800 rifas. Salió espectacular".
Torres contó en el programa que empezó en el hockey cuando era adolescente y que es difícil mantenerse compitiendo a alto nivel después de los 40 años, incluso ha pensado en tirar la toalla.
"Conocí el hockey, me enamoré. Entremedio uno para por la universidad y distintas cosas. Al final se hace parte de tu vida, tus amigas del club terminan siendo tus hermanas, te congregas no solo en torno a un deporte. Este esfuerzo que haces en la noche cuando llueve, dejas a tu familia, hay que tener disciplina para coordinar y hacer todo. Es un esfuerzo bien grande, pero paga, es muy gratificante", declaró.
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