Año 2008, Trueba en Chile. El director rodó en Santiago "El baile de la Victoria", basada en la novela de Antonio Skármeta.
El Mercurio
MADRID.- "En tiempos en que cada vez hay más uniformidad y películas hechas al dictado, he intentado hacer el cine que tenía que hacer. El arte debe ser una aventura individual y dejarte en él la vida", dijo el cineasta español Fernando Trueba.
El director fue distinguido este lunes con el Premio Nacional de Cinematografía de España, uno de los galardones más relevantes del cine de ese país. El jurado que se lo entregó argumentó que se trata de un "reconocimiento a su indiscutible trayectoria como director, productor y guionista, además de su labor en defensa de la profesión cinematográfica desde los inicios de su carrera como fundador de la revista Casablanca, y como crítico en El País y la Guía del Ocio".
También valoró su desempeño como presidente de la Academia de Cine, a fines de la década de los ochenta, y el reconocimiento internacional que consiguió el cine español gracias a los éxitos obtenidos por sus películas, sobre todo la ganadora del Oscar "Belle Époque" y la nominada "Chico & Rita".
Prueba de que Trueba siempre ha hecho lo que ha querido es la diversidad de títulos que ha dado a luz, desde comedias románticas como "Sé infiel y no mires con quién" a documentales en los que ha dado rienda suela a su pasión por el jazz latino, como "Calle 54".
Ejercicios arriesgados como "El sueño del mono loco", cintas de animación, como "Chico & Rita", o declaraciones de amor a ese arte libre y vocacional como "El artista y la modelo", se incluyen también en su cinematografía.
Los premios, en tanto, son otra cosa, y en cierta medida, algo incómodo, cuando se trata de dar la cara para hablar de uno mismo. "Me dan ganas de irme hasta Soria andando", dijo tras conocer la noticia.
De hecho estaba dando un paseo en el momento en que se anunció el fallo y, como no tiene celular, no se enteró hasta que volvió a su casa, cuando ya estaba en todas las portadas.
"Nunca he soñado con premios, sino con hacer las películas que me gustaban de niño, por eso es por lo que luchamos", declaró.
"Los premios son accidentes del camino y bienvenidos sean, si son para bien. Pero lo que importa es hacer una película buena, la mejor que puedas, y hacerlo de forma libre e independiente, que nadie te marque la dirección", resaltó.
A lo largo de las más de tres décadas de profesión que acumula Fernando Trueba, el cine español ha dado muchos tumbos, pero él afirma que sólo una cosa le ha quitado el sueño.
"No soy una persona religiosa, pero la única cosa por la que siempre he rezado es por no perder la pasión del cine, para no hacer películas por dinero o solo por mantenerme activo, sino por razones profundas, porque hay una historia que te ha enamorado y que quieres hacer realidad".