$10.000 es el valor promedio del libro de Baradit, mientras que el de Silva y Cabrera se encuentra por $15.900 en librerías.
Sudamericana / Planeta
SANTIAGO.- Están las modalidades tradicionales de ensayo y estudio, ese libro que en capítulos densos y enjundiosos repasa hechos del pasado, con estudiantes y académicos como público principal. Pero también hay otras modalidades que, sin renunciar al rigor, buscan que la historia no sea sólo patrimonio de especialistas, sino también del público masivo.
Es el caso de dos publicaciones que acaban de llegar a librerías, "Historia secreta de Chile" (Sudamericana, $10.000) y "Chile, Cien Días en la Historia del Siglo XX" (Planeta, $15.900).
En el primero, tal como dice su título, el escritor Jorge Baradit busca acercarse a los episodios ocultos que acumula nuestro país, a ese "lado b" que no ha sido divulgado, según la tesis que se ubica en la base del relato: Que la historia la han escrito unos pocos permeados por sus intereses, que no sólo los han llevado a determinar qué cuentan y cómo, sino también qué optan por esconder bajo la alfombra.
"La historia chilena está tergiversada en muchos pasajes, pero la mayor intervención está en el olvido", afirma el autor de novelas como "Lluscuma". Para él, la historiografía tradicional ha tenido "una clara intención de vernos como un cuartel que produce independencias, guerras patriotas y pacificaciones, grandes eventos supuestamente épicos que buscan construir la idea de 'país guerrero, siempre vencedor y jamás vencido', salpicado por momentos republicanos o creativos".
De este modo es como poco se ha sabido de las verdaderas ideas de Arturo Prat, incluida su práctica espiritista, así como del devenir del cadáver de Manuel Rodríguez y la revolución digital que trató de construir Salvador Allende, entre otros episodios que Baradit repasa en 170 páginas.
Y, fiel a su estilo, también hay espacio para relatos marcados por lo paranormal, lo conspirativo o lo derechamente freak. Sin embargo, el autor de "Synco" (novela que ya aludía al proyecto digital de Allende) asegura que todo ello no es sólo un "gancho para la entretención. Es importante comprendernos como país: Extraño, anómalo, un working progress con ingredientes muy distintos (...). Algunos realmente dementes".
Cien años, cien días
"Chile, Cien Días en la Historia del Siglo XX", también se pliega a las formas no tradicionales de contar lo ocurrido en nuestro país, aunque la historiadora Bárbara Silva asegura que "si bien se intentó evitar la aridez del artículo de historia, de todas maneras su origen es el estudio académico. Por lo mismo, aunque no tenga esa forma, la disciplina y la investigación son absolutamente académicas, con toda la seriedad que esto supone".
¿Y cuál es la forma entonces? La de un repaso por cien días claves en igual número de episodios o procesos, desde hitos ampliamente revisados en la historiografía formal, como la matanza de Santa María de Iquique o la firma del Tratado de 1929, hasta otros que ella normalmente pasa por alto, como el arranque del Festival de Viña del Mar o del Mundial de 1962.
Así de amplio es el universo que Silva revisa junto a Josefina Cabrera, en capítulos unitarios que se extienden como máximo por cuatro páginas. De ese modo se repasan incluso episodios tan complejos como el golpe de estado de 1973, con el desafío de que la extensión no restara densidad al relato.
"Abordar ese tipo de acontecimientos por supuesto que fue un desafío, pero siempre tuvimos presente que esto no se trataba de un análisis en profundidad de cada uno de los cien días. Sin embargo, no por ello vamos a quitar la posibilidad de poder establecer un relato breve sobre temas complejos de nuestra historia", afirma Silva.
La historiadora, además, celebra la estructura lograda, al permitir que los lectores revisen los días en el orden que estimen, pero que también puedan encontrar una forma unitaria en la lectura total:
"Si bien se puede reconstruir la historia del siglo XX desde el orden que prefiera cada lector, es relevante destacar que el relato del siglo pasado, más allá de la forma en la que se avance, logra visualizarse con claridad cuando se termina el libro. Que coexistan los días como historias y una imagen de lo que fue el siglo XX, es una de las características del libro".