La cantante ofreció más de 14 millones de dólares por la propiedad y regalías para sacerdotres que se ubican en zonas adyacentes. Una empresaria gastronómica también está en la disputa.
AP
LOS ANGELES.- Las colinas alrededor de Hollywood siempre han sido terrenos codiciados, pero una lucha por la venta de un convento en la cima ha puesto a una orden de monjas ancianas en contra del arzobispo católico de Los Angeles, quien pretende vender la propiedad. ¿A quién? Nada menos que a Katy Perry.
Las Hermanas del Santísimo e Inmaculado Corazón de María se oponen a que el que fuera su hogar sea vendido a una de las mayores estrellas del pop en la actualidad. La orden ha sido dueña de la propiedad por más de 40 años y había llegado a un acuerdo con una empresaria local, que pretende convertir el inmueble en un hotel, restaurante y bar.
Durante semanas, los abogados del arzobispo José H. Gómez, las monjas y la empresaria Dana Hollister han barajado acusaciones de negocios sucios del convento ubicado al tope de una montaña en el vecindario Los Feliz, cerca de Hollywood.
Un juez revisará si se bloquea el acceso de Hollister a la propiedad, que la empresaria ya había empezado a limpiar tras hacerle un pago inicial a las monjas en junio.
Un fallo a favor del arzobispo podría llevar a que Perry cierre la compra del convento y un templo adyacente, aunque su oferta aún requiere la aprobación del Vaticano. Por lo menos otras dos monjas quieren que el juez bloquee la venta a Perry y decida que ellas tienen el control de la venta.
"Es una gran historia de Los Angeles, una completamente sin precedentes en términos de sus jugadores", dijo Adrian Glick Kudler, editor senior del blog sobre bienes raíces Curbed LA.
Antes de que fuera un convento, la propiedad era una residencia privada, rara vez fotografiada, y pocos la han visto de cerca. "Realmente es una hermosa propiedad vieja de Hollywood. Se puede entender por qué están peleando por ella. La pelea también es única. Nunca vi nada igual", dijo Kudler.
El influyente bloguero dijo que el plan de Hollister de hacer un hotel probablemente encuentre resistencia en los adinerados vecinos, mientras que Perry no sería la única estrella en el área.
La arquidiócesis y las monjas coinciden en que la propiedad, otorgada a las hermanas por un católico devoto que quería que lo mantuvieran en sus oraciones, debe venderse. Ambas partes pelean por el control de los ingresos de la venta, y sobre si Perry y Hollister son compradoras dignas.
La arquidiócesis sostiene que los 100.000 dólares que Hollister puso como pago inicial por la propiedad, con una promesa de otros 9,9 millones de dólares en una próxima fecha, es un mal negocio. Hollister ha presentado documentos que indican que puede pagar millones más por el convento. POor ahora ha cesado los trabajos de remodelación.
Perry, en tanto, ha ofrecido pagar 14,5 millones de dólares y proporcionar un nuevo edificio para el templo adyacente, que es usado por sacerdotes.