Cote de Pablo junto a Mario Casas.
AFP
SANTIAGO.- Lo han dicho quienes han tenido oportunidad de ver la película. Desde su rol de Jessica, la esposa del minero Álex Vega (Mario Casas), la actriz chilena Cote de Pablo es una de las que aporta con la que quizás sea la escena más emotiva de "Los 33": Su interpretación de "Gracias a la vida".
Sin embargo, dar con ese momento cúlmine de la cinta no fue nada fácil para la integrante del elenco de "NCIS": Tiempo antes, se había juramentado que no volvería a interpretar el clásico de Violeta Parra. Nunca más.
Recordarlo, en plena conferencia de prensa junto a los demás actores de "Los 33", la lleva al borde de las lágrimas. "Yo perdí a una persona que quise mucho y volví a Chile a despedirla. Su último deseo fue que yo le cantara esa canción", revela con la garganta apretada.
"En ese minuto no pude, y canté otra por razones mías, y juré en ese instante que nunca la iba a cantar, porque esa canción se fue con ella", sigue la actriz.
Por eso, cuando la directora Patricia Riggen le pide interpretarla en la cinta, su respuesta fue clara: "No, esa canción yo no la canto". Pero la mexicana la convenció, le habló de la importancia que tendría, y hoy De Pablo lo agradece.
"La vida es muy sabia", dice hoy, aunque reconoce que "fue un reto emocional, tuve que abrir una cajita que había quedado sepultada". La emoción de grabar en Chile, tras años de trabajo en Estados Unidos, le ayudó a cerrar el cuadro.
Y ese factor emocional es el que también destaca en otro momento clave de "Los 33", aquél en que las familias se enteran de que sus familiares están vivos. Porque el detalle clave es que cuando grabaron la escena, esos mismos familiares se encontraban allí.
"Miramos al lado, y las vimos viviendo esa emoción. No estaban recreando algo, estaban sintiendo el dolor y la felicidad de ese minuto. Patricia dijo 'empecemos a grabar'. La emoción estaba cerca de nosotros".