Ricardo Arjona recibió la Orden del Quetzal en 2013.
Reuters (archivo)
GUATEMALA.- El cantante Ricardo Arjona anunció que devolverá su condecoración de la Orden del Quetzal que le entregó el Presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, a quien calificó como una persona "carente de honor".
El episodio se enmarca en la crisis política que vive ese país de Centroamérica, donde se han sucedido manifestaciones públicas para exigir la renuncia del Mandatario, acusado de liderar una supuesta red de corrupción aduanera.
"Los hechos por los que pasa el país ponen claramente en tela de juicio el honor de los que me impusieron dicha distinción", publicó el artista en su página web.
En un texto que tituló "Donde no hay honor hay caos", Arjona hizo pública su decisión de manera "irrevocable" y argumentó que cualquier cosa que haya pasado por las manos de Pérez Molina ya no tiene "valor alguno, ni legal, ni simbólico, ni sentimental".
"Por otro lado, hay que decirlo, me basta con una sola mano guatemalteca
que se alce para mencionar mi no merecimiento de este reconocimiento,
para que de manera inmediata se convierta en motivo suficiente y deje de
ser para mí el símbolo que representa", explicó el cantante.
El cantautor también respaldó las manifestaciones opositoras, que consideró que ayudarán de manera "determinante" a conseguir los cambios que ya "se
están dando" en el país.
"A
días de las nuevas elecciones, mi mensaje pretendía despertar el
aliento cívico con vistas no solo al presente si no en aras de hacernos
responsables del futuro para no caer en los mismos vicios", manifestó.
El Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) acusaron el viernes pasado al Mandatario de encabezar la red de corrupción aduanera conocida como "La Línea", junto a su ex vicepresidenta, Roxana Baldetti.
La segunda permanece en prisión a la espera de que un juez decida si hay motivos suficientes para enjuiciarla.
En este sentido, expresó que marchar "en multitud es importante para derrocar la desgracia", pero estar "en sintonía y ser consecuentes con la responsabilidad de no poner en el mismo lugar a personas con los mismos defectos, es vital".