Aton Chile
SANTIAGO.- Mientras de fondo suenan los estadounidenses Lamb of God en el escenario principal y, en contraposición, los nacionales Dorso hacen de las suyas en el "Futuro Stage", destinado principalmente para bandas locales, un primer balance de lo que ha sido el festival Santiago Gets Louder, que se lleva a cabo en los hangares Suricato (el ex Aeropuerto Cerrillos), parece arrojar sólo cifras positivas.
Lo primero a destacar es la cantidad de público que ha llegado al evento. Cerca de 15 mil personas se han acercado a este sector de la comuna de Cerrillos para disfrutar de un cartel en el que la música rock es la que domina y desde temprano, agrupaciones chilenas como Weichafe o All Tomorrows han disfrutado del mismo apoyo que conjuntos como los franceses Gojira, lo que da muestra del carácter más bien ecléctico que se le quiso dar al festival aún cuando se centre en el espectro más pesado del rock contemporáneo.
Eso sí, entre los espectadores surgen algunas críticas al respecto. La escasez de lugares para descansar entre una banda y otra, debido a la proximidad de los escenarios del Santiago Gets Louder, haciendo que el público deambule de un lado a otro, parece ser la principal de las quejas, de acuerdo a algunos asistentes al festival.
Uno de los aspectos más sensibles en este tipo de eventos es, sin duda, la seguridad. A pesar de las características del festival, este punto ha funcionado de forma correcta. Con tres puntos de revisión y tres empresas encargadas, para los asistentes al festival este tema ha estado entre los más bien resueltos por la producción del festival. De hecho, no se ha informado de incidentes al interior del recinto ni al exterior, Carabineros ha realizado un permanente control entre los asistentes, lo que ha favorecido al correcto funcionamiento del festival.
Desde las clásicas poleras a comida Thai: Lo que ofrece Santiago Gets Louder
Es uno de los elementos insustituibles en cualquier festival de rock pesado que se precie de tal: las poleras negras. Es casi el uniforme "oficial" en esta clase de eventos y Santiago Gets Louder no es la excepción. Aunque ahora, hay muchos otros colores y elementos para que este festival salga de la zona típica del clásico "negro" metalero.
Un primer apronte es el patio de comida que dispuso la producción, en el que se encuentran desde locales de completos hasta una nueva tendencia en comida rápida que se ha ido desarrollando en nuestro país: los food truck, camionetas que sirven de cocinerías. En este caso, una de comida thai. Asimismo, también hay espacio para vegetarianos o veganos e incluso, wraps. Una diversificación que hasta hace algunos años, era impensado en esta clase de festivales.
Así es una primera fotografía del Santiago Gets Louder. Una que, acompañando a bandas de corte más duro musicalmente como Lamb of God o Gojira, dos de los nombres más esperados del evento, también muestra unas ganas de diversificar a la audiencia a este tipo de festivales. El público que vio a los estadounidenses puede atestiguarlo.
