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El lado B del concierto de Rihanna: Del fanático que no cumplió su sueño al show aparte del telonero

El rapero Big Sean fue más vitoreado como espectador que como artista, tras acudir a ver el número estelar en la misma zona donde se encontraba el cantante Adam Lambert, de Queen.

30 de Septiembre de 2015 | 03:00 | Por Sebastián Cerda, Emol
SANTIAGO.- Sentado en una de las entradas posteriores del Estadio Nacional, Israel Villablanca luce cabizbajo. El hombre, recordado por haberle entregado un retrato a Laura Pausini en pleno Festival de Viña del Mar 2014, había tomado ahora los lápices para ilustrar con fidelidad a Rihanna, la artista que esta noche se presentaba en el recinto de Ñuñoa.

No quería necesariamente repetir la hazaña de Viña. De hecho, trató de entregar la obra a la barbadense en el hotel y en los accesos al estadio. "Pero pasó súper rápido", cuenta. Lo último que quedaba, entonces, era intentar ingresar con el retrato al coliseo, pero Villablanca no reparó en algo: Que las reglas del evento estival no son la norma general, y que un cuadro de grandes dimensiones, enmarcado y con un vidrio, es algo que ningún filtro de seguridad dejaría pasar en un concierto masivo. En ninguna parte.

Se lo perdió Villablanca, lamentablemente, pero quien no se lo perdió fue Adam Lambert, el cantante que por estos días acompaña a Queen en sus presentaciones en vivo, y que esta noche de miércoles actuará con ellos en la Pista Atlética del Nacional, recinto contiguo al gran coliseo donde se presentó Rihanna, y que en esos mismos instantes se encontraba en plena faena.

Trató de pasar desapercibido Lambert, pero los fans reunidos son cosa seria, y tras identificarlo en la zona de luces y sonido no cesaron en su pedido de selfies. El cantante accedió con su mejor cara a algunas, para luego refugiarse en el área técnica junto a un grupo de acompañantes, bien ataviados con una botella de vino y vasos plásticos. Desde allí, disfrutó del show como el que más.

Menos desapercibido en tanto pasó Big Sean, el rapero que teloneó a la estrella de la noche, y que transitó hacia la misma zona de Lambert escoltado por un guardaespaldas que se veía desde todos lados. Chillidos de distintos sectores acompañaron su trayecto, además de cientos de celulares apuntándole. En su rol de espectador, el hiphopero consiguió despertar un entusiasmo casi superior al que logró desde el escenario.

Luego, Rihanna le agradeció públicamente y lo trató como a uno de sus grandes amigos. Y con eso, Big Sean se instala entre los pocos que han podido estar cerca de la diva en su paso por Chile, donde no se ha dejado ver más que en su visita a una Viña. Es más, ni siquiera el protocolo de recibir a la gente de su casa discográfica u otros que "le hacen la pega" en el país, fue tomado en cuenta por la esquiva artista.

Así, la espera de los fans por un saludo ha sido en vano fuera del hotel W, donde esta madrugada la cantante tendría una fiesta privada para celebrar el paso por Santiago y el fin de su acotado tramo sudamericano, que sólo incluyó Brasil y Chile. Luego, parte de regreso a casa, con vuelo fijado para este mismo miércoles.

Pero aunque no hayan tenido foto ni saludo, y aunque el show haya sido escueto y sencillo, los fans seguro quedaron conformes: De acuerdo con quienes estaban en el sector Diamond, el más cercano al escenario, el llanto adolescente fue marcado y continuo. Mal que mal, allí estaban los fanáticos que pernoctaron fuera del estadio por dos, tres y más días, y que esta noche por fin vieron concretado el sueño de ver a Rihanna en Chile.
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