Gnecco en la piel de Karadima, papel que este año lo tuvo en pantalla grande y, ahora, en televisión.
El Mercurio
SANTIAGO.- "Me parece lógico que un trabajo tan bien hecho tenga ese impacto", dice Luis Gnecco tras enterarse de la buena recepción en sintonía que tuvo el estreno en Chilevisión de la miniserie "El Bosque de Karadima", que además comandó los comentarios en redes sociales durante esa primera emisión, el último domingo.
La producción, que incluye 90 minutos extra a lo proyectado en el filme, se dividió en tres capítulos. El primero promedió 14,8 puntos de rating y se espera que el episodio de esta noche alcance cifras similares, algo que, de acuerdo con el actor, "es el resultado de que la serie cuenta con un tremendo guión y ha sido realizada por un gran equipo".
La apuesta protagonizada por Gnecco, en el papel del cura Fernando Karadima, y de Benjamín Vicuña, en el rol de una de sus víctimas de abuso, aterrizó en la pantalla chica justo en momentos en que los cardenales Francisco Javier Errázuriz y Ricardo Ezzati se encuentran en el ojo de un huracán, con voces que los acusan de haber encubierto los delitos del sacerdote.
"Es una casualidad afortunada que vea la luz ahora, a propósito de los hechos que han sucedido", dice el ex "Prófugos", quien ve con buenos ojos que la historia dirigida por Matías Lira exponga cómo funciona parte de la alta curia, aun cuando no cree que esto vaya a ejercer algún efecto en las autoridades eclesiásticas.
"No hay que ser inocentes… Ni Ezzati ni Errázuriz van a cambiar su postura por esta serie, ni la Iglesia Católica va a dejar de darle la espalda a las víctimas por esto", afirma. Sin embargo, "creo que esto moviliza conciencias y seguramente habrá voces disidentes al interior de la Iglesia, que ahora meditarán respecto del camino errado que han tomado algunas de sus autoridades".
Gnecco, quien ha acaparado elogios por su interpretación del cura Karadima, tiene una visión muy crítica sobre cómo está funcionando la elite de la Iglesia. "Está muy distanciada de las necesidades de la gente, muy de espaldas a su pueblo", indica, pero advierte que pese a todo "las personas que profesan la fe católica no tienen por qué dejarse influir por líderes que no tienen la talla".
Sobre su experiencia personificando a Karadima, en tanto, reconoce que "un rol así de profundo es difícil", aunque aclara que "no más que hacer otro así de controversial". Según destaca, este papel "es más expuesto, hay que estudiar e informarse, y es más arriesgado… Y no cualquier actor acepta hacer un papel como éste y los desafíos que implica".
De ahí que sienta que la buena recepción popular sea un reconocimiento "al riesgo que se tomó con esta serie y la seriedad con que tocamos el tema".
