Lohan se encuentra en proceso de volver al cine, luego de años sumida en los escándalos.
EFE
WASHINGTON.- La actriz estadounidense Lindsay Lohan, de 29 años, se sumó a Kanye West en la lista de estrellas que han exprfesado su deseo de ser candidatos en las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos, de acuerdo con su actividad reciente en la red Instagram.
Allí, la actriz colgó fotografías alusivas a sus supuestas intenciones, aunque en un tono festivo que resta quita a su anuncio la seriedad y el mesianismo que rodeó al del rapero, en la pasada ceremonia de los MTV.
"En 2020 puede que me presente a presidenta", escribió, y agradeció al actual mandatario estadounidense, Barack Obama, que la "inspirase" a ser mejor persona. Lohan utilizó, entre otras, las etiquetas #lindsaylohan2020 con #34yearsofEXPERIENCE (34 años de experiencia, en referencia a la edad que tendría para la fecha) para acompañar la imagen.
En otra, aseguró que "la primera cosa que me gustaría hacer como presidenta, es cuidar de los niños que sufren en el mundo", en un anuncio rodeado de emoticones alusivos al poder y el amor.
Por supuesto, entre sus seguidores las reacciones fueron diversas, y mientras algunos la apoyaron y otros resaltaron su candidez, otros expresaron molestia que la actriz está "completamente loca".
Porque la reputación de Lohan es indesmentible, y puede que no la ayude mucho en su sueño presidencial: El alcohol y los problemas al volante han sido un denominador común en sus andanzas, e incluso en 2005, cuando aún era menor de edad, ya asistía a reuniones de Alcohólicos Anónimos y admitía padecer bulimia y consumir drogas.
En agosto de 2007 se declaró culpable de cinco cargos por conducir ebria y estar en posesión de drogas, y fue condenada a cuatro días de cárcel, aunque su pena se redujo por un acuerdo judicial y Lohan no pasó ninguna noche entre rejas.
Los excesos se han traducido en una irregular carrera cinematográfica para Lohan, quien tras su etapa como estrella infantil de la factoría Disney o como exitosa protagonista de "Mean Girls", ha trabajado para directores tan distintos como Robert Altman, Robert Rodríguez o Paul Schrader.