Diesel vuelve a sonreír. Después de un año devastador, ya piensa en nuevos proyectos.
AP
LOS ANGELES.- "Fue un periodo muy duro en mi vida", dijo el actor Vin Diesel, aludiendo a su año 2014, marcado especialmente por una tragedia: La muerte de sua migo y compañero en la saga "Rápido y furioso", Paul Walker.
"Tras la muerte de Paul, no quise que el público, mi familia y, especialmente mis hijos, vieran por lo que estaba pasando", contó en entrevista con la agencia de noticias EFE.
Ese encierro incidió en la elección de su último pesonaje en la cinta "The Last Witch Hunter", que este viernes se estrena en Estados Unidos. En ella, el actor de 48 años encarna a Kaulder, un cazador de brujas inmortal.
"Mi personaje puede enmascarar su dolor, y me identifiqué con ello. Me pareció muy apropiado", aseguró, dando cuenta de una modalidad de elección que en el futuro podría volver a implementar.
"El corazón y el momento en el que me encuentro en mi vida dictan el siguiente paso para mí", dijo. De este modo, "si acabo de tener un hijo, no puedo hacer un personaje tan oscuro como 'Riddick' (2013)".
En su proceso, no incidió ni siquiera el éxito de "Furious 7", que se convirtió el año pasado en la quinta película de mayor recaudación en la historia, con más de 1.500 millones de dólares en taquilla.
"El dinero y la fama no me han cambiado (...) El dinero no se conecta con la felicidad", apuntó, dando cuenta de que "en mi vida ha habido momentos donde he sido muy pobre y era completamente feliz, y momentos, como el año pasado, donde tenía mucho dinero y estaba en las antípodas de estar contento".