Silva trabajó en la cinta con la actriz Kristen Wiig, quien próximamente será una de las protagonistas de la nueva "Cazafantasmas".
AFP
SANTIAGO.- A dos días de estrenar una nueva película rodada en Estados Unidos y pensada sobre todo para ese mercado, el director chileno Sebastián Silva aseguró que se siente cómodo en el circuito indie de ese país, aunque no reniega de la opción de grabar en Hollywood en un futuro.
Claro que de la gran industria, el responsable de "La Nana" aseguró que "me interesa su dinero, no su estructura", ya que "cuando te acercas a los grandes estudios, la creatividad se ve afectada. Se mueven bajo unas reglas demasiado encorsetadas en cuanto a narración. Leo guiones que me mandan mis agentes y todo es igual. Siempre la misma historia".
Más cómodo, en cambio, se siente entre "las parkas gigantes, los gorros de lana y las caras enfermas de Sundance", pero si diera con un proyecto que respetara su libertad creativa, estaría abierto a dar el paso a Hollywood. "Una película implica años de tu vida, así que trato de hacer algo que me importa", sentenció.
El cineasta llegará a las salas norteamericanas este viernes con "Nasty Baby", protagonizada por la nueva "cazafantasmas" Kristen Wiig, y que relata la historia de una pareja de artistas homosexuales (el propio Silva y Tunde Adebimpe) que se propone tener un hijo con ayuda de su mejor amiga (Wiig). Juntos afrontarán las complicaciones del proceso y de la creación de una familia en una zona aburguesada de Brooklyn.
"Para esta historia robé muchos elementos de mi vida, pero al mismo tiempo son elementos que yo escogí. No considero que sea una cinta autobiográfica. 'La nana' y 'Crystal Fairy' lo son mucho más porque recrean instancias que yo viví. Esta película no trata sobre mí", cuenta comparando con cintas anteriores y con su propia experiencia.
De todos modos, el director decidió rodar la cinta en su propio departamento y en su propio barrio, algo que ya hizo en "La nana", rodada en la casa de sus padres, donde pasó su infancia y gran parte de su adolescencia.
"Es gratis, da muy buenos resultados y cuanto más conoces las localizaciones, el proceso de escritura es más fácil. Conoces las dinámicas de esos lugares y esos ambientes te llevan a crear situaciones", apuntó.
En el papel, el gran atractivo del proyecto es la presencia de Wiig, que saltó a la fama por su papel en "Bridesmaids" (2011) y que el próximo año estará en la nueva "Ghostbusters", junto a Melissa McCarthy, Leslie Jones y Kate McKinnon. La actriz llegó a Silva por recomendación de una amiga.
"Yo no sabía quién era, pero me encantó en cuanto la conocí. Es divertida y carismática y tenía el aspecto y la edad perfectos para el personaje. Nos caímos estupendamente y hemos desarrollado una amistad muy sólida", manifestó el chileno.
La cinta está producida por los hermanos Pablo y Juan de Dios Larraín, con quienes Silva ha trabajado en sus anteriores producciones. "Les debo mucho. Pablo ha sido como mi patrón. Fue quien me dio la oportunidad de hacer mi primera película cuando ni siquiera había hecho un cortometraje. Yo era un don nadie, la película era en blanco y negro ('La vida me mata'), hablaba sobre la muerte y costaba 600.000 dólares. Fue una decisión arriesgada".