LONDRES.- Un comité parlamentario británico ha pedido al primer ministro, David Cameron, que no solicite a los diputados permiso para atacar al Estado Islámico (EI) en Siria y se concentre en ayudar a poner fin al conflicto en ese país.
El influyente Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes señala en un informe divulgado hoy que los diputados no deberían votar sobre si autorizan o no los bombardeos en Siria hasta que el Gobierno británico presente una "estrategia internacional coherente" para derrocar al grupo terrorista EI.
Además, el comité, que cuenta con una mayoría conservadora, considera que la prioridad debe ser acabar con la guerra civil.
El Parlamento de Westminster autorizó a finales del año pasado ataques aéreos de la Real Fuerza Aérea británica (RAF) contra blancos de los yihadistas del EI en Irak pero no en Siria.
Ante el avance del EI en Irak y Siria, Cameron se ha mostrado a favor de ampliar los bombardeos en territorio sirio, pero ha dejado claro que sólo pedirá la votación a la Cámara de los Comunes si hay suficiente consenso entre los partidos políticos.
En ese sentido, los medios británicos informan hoy de que el primer ministro ha decidido no pedir supuestamente la votación ante la aparente falta de apoyo de los diputados, algo que, sin embargo, ha sido negado por la residencia oficial de Downing Street.
"La posición del primer ministro no ha cambiado. Él ha dicho siempre que sólo iría a los Comunes para este asunto si había un consenso claro", dijo hoy una fuente de Downing Street.
"Mientras tanto -añadió la fuente-, el Gobierno sigue trabajando para poner fin al conflicto en Siria y trabajamos estrechamente con nuestros aliados para dar un mayor impulso a los esfuerzos para encontrar una solución política".
Según los medios, se esperaba que la votación para aprobar los ataques contra el EI en Siria se celebraría este otoño boreal.
De acuerdo con el citado Comité parlamentario, los ataques de los aviones de la RAF en Siria sólo tendrían un "efecto marginal" y podrían comprometer una solución diplomática a la crisis.
No obstante, los diputados reconocen en su documento que la "catástrofe humana y de seguridad" que presenta Siria impulsa a los políticos a pensar en la necesidad de que "algo hay que hacer".
"Creemos que no debería haber una extensión de la acción militar a Siria a menos que haya una estrategia internacional coherente que tenga una posibilidad realista de derrocar al EI y de poner fin a la guerra civil en Siria", insisten los parlamentarios.
Además, los diputados alertan de que el Reino Unido puede sufrir un "daño a su reputación" si la base legal para llevar a cabo los bombardeos no es clara y recomienda buscar una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Entre otras cosas, el comité pide al Gobierno que explique sobre las posibilidades de éxito de los ataques aéreos, cómo contribuirían a una transición en Siria y si la medida tendría el apoyo de países como Turquía, Irán, Arabia Saudí e Irak.
"Aún no estamos persuadidos de que el Gobierno pueda facilitar una explicación satisfactoria sobre estos puntos en este momento. Hasta que pueda hacerlo, recomendamos que no lleve a la Cámara (de los Comunes) una moción que pida la extensión de la acción militar británica en Siria", subraya el documento.
Según los medios británicos, en caso de pedir la votación, entre 20 y 30 diputados conservadores se rebelarían contra la línea del partido mientras que no hay seguridad de que pueda contar con el apoyo suficiente de los diputados laboristas para aprobar la moción.
El líder de la oposición laborista británica, Jeremy Corbyn, se ha mostrado en contra de los bombardeos en Siria.