EMERYVILLE.- La peculiar historia de un dinosaurio asustadizo que se pierde en la naturaleza, y que intenta volver a casa con ayuda de un "niño-mascota", es el eje central de la próxima película de Pixar, "Un gran dinosaurio".
La cinta del director Peter Sohn invierte la lógica de los papeles al convertir a Arlo, el dinosaurio, en el niño de la película y a Spot, el niño, en un animal. "Espero que el público disfrute de ese cambio de papeles", dice Sohn durante una entrevista realizada en los estudios de Pixar en la localidad de Emeryville.
Para el cineasta es "interesante" descubrir la humanidad del dinosaurio y reflexionar sobre la parte animal de los humanos. Lo mismo opina Denise Ream, la productora de la película, quien asegura "adorar" la mezcla de niño y perro que encarna Spot.
"Es un personaje del que me he enamorado. Me parece increíblemente entretenido y con una gran empatía. Creo que los animadores aquí en Pixar hicieron un trabajo fabuloso a la hora de crear a Spot", asegura.
Un escenario virtual que parece real
La cinta sitúa a Arlo en medio de la naturaleza en unos paisajes inspirados en las montañas del noroeste de Estados Unidos. "Necesitábamos colocar al dinosaurio en un lugar en el que le resultase difícil sobrevivir y presentar ese lugar como un espacio majestuoso y enorme en el que Arlo se sintiese perdido y lejos de casa", explica el director.
En búsqueda de inspiración Sohn y su equipo viajaron a los estados de Oregón, Montana y Wyoming, donde realizaron expediciones a caballo y en canoas. A la vuelta, hablaron con los animadores de Pixar sobre cómo reproducir la experiencia que habían vivido y fue en ese momento en el que la tecnología asumió un rol crucial a la hora de reproducir milímetro a milímetro los lugares visitados por Sohn y su equipo.
Para recrear las medidas exactas de la topografía de esos lugares los expertos de Pixar utilizaron los datos del Servicio Geológico de Estados Unidos y añadieron a continuación vegetación y otros detalles a las imágenes de satélite obtenidas.
"Hicimos que el ordenador rellenase kilómetros y kilómetros de paisaje al decirle que insertase árboles en todo aquello que fuese verde, tierra en las partes marrones y agua en las azules", explicó en un comunicado Sanjay Bakshi, supervisor técnico de Pixar.
Esa información digital permitió al director hacerse una idea de cómo se vería una toma determinada sin tener que hacer dibujos previos.
Después de que Sohn eligiese el punto en el que se centraría una escena el equipo de Pixar gozó de la libertad de modificar las medidas del paisaje para lograr el efecto deseado.
En total, se recrearon cerca de 21 mil kilómetros de extensión de parques naturales de Estados Unidos para la película.
"Fue algo realmente increíble. Literalmente lo que hicieron (los técnicos) fue obtener a través de internet puntos concretos de lugares que habíamos visitado", subraya el director, quien insistió en que fue "intencional" el que la naturaleza parezca real.
"Necesitábamos que la naturaleza fuese protagonista y no creo que una naturaleza caricaturizada hubiese sido tan efectiva", cuenta.
La película se estrenará en Chile el próximo 26 de noviembre.