SANTIAGO.- La última visita de Morrissey a Chile no sólo estuvo marcada por su paso por la Quinta Vergara, sino por las exigencias del "divo" inglés, que obligaron a que Eva Gómez cambiara su vestido porque tenía plumas, que no hubiesen platos con carne porque es vegano, que no interrumpieran su presentación para entregarle los premios y que Cristián Sánchez abandonara el recinto, por un malentendido.
Sin embargo, eso no molestó en lo absoluto a sus fanáticos, quienes ansiosos esperaron el anuncio del regreso del artista británico al país, con siete fechas entre Viña del Mar y Puerto Montt para 2013.
El problema fue que toda esa parafernalia tuvo una bochornosa cancelación, ya que "aparentemente no resultaba a estas alturas atractivo para él —desde el punto de vista económico— cumplir con los compromisos adquiridos", explicó en ese momento la productora Colors.
Pero eso no fue lo único que alejó por dos años al ex The Smith de un posible regreso a Sudamérica. Primero tuvo que suspender su tour en 2012, porque tuvo que volver de urgencia a Inglaterra cuando su madre cayó enferma.
Y al año siguiente, canceló varias fechas de su gira internacional, luego de que fuera internado tres veces por problemas de salud. La primera por una úlcera, poco después por una doble neumonía, y remató el 2013 al ser hospitalizado por sufrir una conmoción cerebral, traumatismo cervical y una lesión en el brazo, aparentemente ocasionados por un accidente vehicular.
Pese a todo, el cantante decidió continuar con lo suyo y en 2014 sorprendió con un nuevo disco, "World Peace Is None of Your Business", mismo álbum con el que esta semana regresa a Chile tras su recordado y comentado paso en 2012. En esta ocasión, Morrissey vuelve al país con dos presentaciones: 11 de noviembre en Movistar Arena y el 14 del mismo mes como cabeza de cartel del Festival Primavera Fauna.
Como es de esperar, las exigencias del británico siguen siendo una prioridad, puesto a que nadie quiere hacerlo enojar —en 2009 se retiro en plena presentación en Coachella, por el olor a carne quemada que salía de los asados; y a principios de este año canceló su concierto en Islandia por no respetar su política vegetariana—. Es por eso que ahora, en Primavera Fauna el británico exigió que existiera patio de comidas especial que fuera completamente vegetariano, para de esa forma difundir su activismo en pro de los animales.