En 2014, el mundo quedó en shock cuando Robin Williams decidió quitarse la vida. Pese a que siempre se le veía sonriente y se destacó principalmente por ser un gran comediante, pocos sabían el que actor llevaba años luchando con una depresión crónica, desde su juventud.
Poco antes de morir en 2009, la protagonista de "Pequeñas grandes amigas" y "Recién casados" enfrentó una fuerte depresión por falta de empleo, debido a los rumores que circulaban a su alrededor y que la vinculaban a las drogas.
El protagonista de comedias como "Una pareja de idiotas" y "La máscara", entre otras, reveló hace un tiempo que sufre de depresión. Su padecimiento, según explicó, tiene directa relación con una crisis de identidad.
En 2007, Anne Hathaway reveló que sufría de ansiedad y depresión cuando era adolescente, antes de saltar a la fama con la franquicia de Disney "Diario de una princesa". Afortunadamente, la ganadora del Oscar por "Los miserables", actualmente se encuentra en buen estado.
En 2007, Owen Wilson vivió una fuerte depresión tras terminar su relación amorosa con la actriz Kate Hudson. Fue tal el nivel de su enfermedad, que incluso intentó suicidarse con sobredosis de drogas. Afortunadamente, su hermano Luke lo encontró a tiempo.
En pleno auge de su carrera, cuando ya era bautizada y conocida como la "princesa del pop", Britney Spears pasó por una de las peores etapas de su vida, que casi le costó su carrera. En 2005, luego de dar a luz a su primer hijo, la cantante sufrió de depresión postparto y su lucha contra ella derivó en una serie de escándalos e ingreso a rehabilitación.
El actor padece de depresión desde su infancia y desde entonces ha luchado contra ella. En 1998 tuvo un intento de suicidio a causa de un estado depresivo y la adicción a las drogas. Un especialista le diagnosticó depresión severa y trastorno bipolar.
Hace unos años, Demi Lovato reveló a sus seguidores que sufre de depresión bipolar y que batalla contra su enfermedad desde que comenzó su carrera en la televisión en "Barnie y sus amigos". Es por eso que en 2010 decidió ingresar a un centro de rehabilitación, no sólo para tratar este diagnóstico, sino que también su bulimia y su tendencia a infligirse heridas punzantes.