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Comentario de disco | Tras cuatro años de silencio, Adele vuelve en gloria y majestad

Con “25”, la cantante británica vuelve a dominar los rankings gracias a los mismos recursos con los que alcanzó la fama mundial hace cuatro años. Pese a este hálito de continuismo y lugar común, hay ciertos detalles que entregan nuevas herramientas a una voz que parece no tener techo.

20 de Noviembre de 2015 | 09:30 | Por Felipe Kraljevich M., Emol
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Sony Music
SANTIAGO.- Es poco probable que el nuevo trabajo de una artista haya sido esperado con tanta ansiedad como el de la cantante británica Adele. Dado el tremendo éxito que supuso 21 (2011), el que dominó todos los rankings, ganó todos los premios y transformó a la artista de fenómeno british a estrella mundial, era lógico asumir que el siguiente paso que diera, tendría que ratificar todo lo logrado hace cuatro años. Más aún, el siguiente paso de Adele tendría la compleja misión de confirmar que su estilo, ese que en 21 se nutrió del northern soul, el góspel y la balada romántica; podía estar a la par con sobre los sintetizadores, efectos y parafernalias visuales de otras estrellas pop, competir a la par y, por sobre todo, validar un esquema de canción que parecía condenado a pulular en los múltiples programas de talento, tanto en la propia isla como los que se transmiten a nivel global.

La maternidad temprana de la artista, una operación a las cuerdas vocales anterior e incluso el hecho de lidiar con esta fama escandalosamente enorme que consiguió la cantante gracias a su anterior trabajo, parecen elementos suficientes para construir una buena canción y, por consiguiente, una buena historia en la que un disco pueda descansar. Al contrario, el primer adelanto de Adele fue "Hello", sencillo que fue descargado por millones y en el que la nacida en Tottenham, al norte de Londres, cantaba nuevamente desde la perspectiva de un corazón destrozado luego de una ruptura, con una balada en la que el piano, elemento primordial de su anterior registro, nuevamente soporta el peso de la canción en la que Adele demuestra toda su virtud vocal.

Ésta es la punta de lanza de 25, su nuevo trabajo. Por supuesto, era complicado que la londinense dejara atrás las historias de corazones rotos que tan bien funcionaron antes. Y a pesar que "Hello" suena a lugar común —que ciertamente lo es— tampoco es que no trabaje al mismo nivel emocional de sus anteriores obras. En eso, Adele logra algo que pocos hacen: convencer en base a la emoción del tema y eso pasa no sólo con "Hello". En "I miss you", por ejemplo, a pesar que hay un cambio en cuanto a lo que rodea al tema –las percusiones son la base y el piano se reemplaza por un oscuro órgano– lo que de verdad importa es lo que transmite la cantante, esa sensación de pérdida, de abandono, que sigue trabajando más desde el nivel emocional que del virtuoso.

En "When we were young", la cantante regresa a la balada romántica con el piano como soporte melódico del tema y, a su vez, también vuelve a un terreno que le resulta cómoda. No es lo mismo con la mencionada "I miss you" o con "Water under the bridge", que cuenta con una producción musical mucho más moderna, más cercana a lo que presentó la australiana Lorde o la misma Florence Welch, de Florence + The Machine. Estas bases permiten que la voz de Adele intente salir de su zona de comodidad. Particularmente, esto se aprecia mejor en "River lea" y "Send my love (to your new lover)", temas que musicalmente parecen estar en las antípodas de ese sonido más clásico que Adele trajo de vuelta al centro del escenario.

Quizás el gran riesgo que asumió la cantante fue en "Million years ago", composición que se nutre de la chaison más que de esta dicotomía entre hallar un sonido moderno sin abandonar su lírica de desamor y, lisa y llanamente, seguir un camino continuista en cuanto a su propia obra. En este sentido, con esta composición, que podría traducirse en lo que se perdió tras la fama alcanzada, Adele encuentra un elemento para ampliar su repertorio. Una vuelta de tuerca necesaria que puede dar grandes créditos a futuro.

Lo cierto es que para Adele, 25 representa la calma tras la tormenta. Hay elementos interesantes en aquellos temas en los que la artista busca alejarse un poco de su exitoso pasado y, al menos a nivel de arreglos, lo logra. En especial en aquellos temas en los que se deja al piano de lado y se apuesta por las percusiones y los reverbs como elementos principales para acompañar al portento vocal. No obstante, que las temáticas y sobretodo, que el piano se mantenga como pieza angular de estas baladas de desamor, hacen que 25 sea un trabajo continuista. No de baja calidad, en lo absoluto, pero la tendencia a volver a un lugar común, que si bien puede resultar beneficiosa en lo cuantitativo, lo cualitativo, eso que a Adele parece importarle bastante de acuerdo a las recientes entrevistas que ha dado a propósito de este nuevo trabajo, queda al debe con este esperado registro.

Adele / “25” (2015, XL/Columbia)

Canciones:
1. Hello, 2. Send my love (to your new lover), 3. I miss you, 4. When we were young, 5. Remedy, 6. Water under the bridge, 7. River lea, 8. Love in the dark, 9. Million years ago, 10. All I ask, 11. Sweetest devotion.

Músicos: Adele, Tobías Jesso Jr., Bruno Mars, Max Martin.

Producción: Greg Kurstin, Paul Epworth, Ariel Rechtshaid, Danger Mouse.
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