SANTIAGO.- Esto ya parece un programa de cámara indiscreta. Al parecer, la amistad de los creadores de "Game of Thrones" y George R.R. Martin llegó a tal punto que lo único que tienen en la cabeza es pensar cómo hacer sufrir más a los seguidores de la serie y de la saga literaria "Canción de hielo y fuego", y obligan al elenco y a todos los involucrados en ellos a firmar una especie de contrato en el que deben ayudar a torturar a todos los fans. ¿Alguno no está de acuerdo con eso?
Es cosa de ver lo último que ha salido con respecto al programa predilecto de HBO: el afiche de su sexta temporada, en el que aumentan las dudas de la continuidad de Jon Snow. A eso se suman las recientes declaraciones de uno de los actores que interpreta uno de los nuevos personajes más odiados: un miembro de la Guardia de la Noche.
El actor irlandés Brian Fortune, quien es Yarwyck en la serie —para los que no lo ubican, fue el segundo en apuñalar al bastardo de Ned Stark—, conversó con "Newstalk" sobre la escena más comentada y llorada en el último tiempo, y como era de esperar, sembró mayor incertidumbre en cuanto a la "muerte" de Jon Snow.
"No todos los días grabas una escena histórica en probablemente la serie más grande de la televisión. Y, por supuesto, la reacción a la muerte de Jon Snow ¡fue fenomenal!", aseguró Fortune.
Según contó, fue algo entretenido de hacer y que se sintió "muy bien" siendo uno de los traidores, aunque eso le significó algunas malas reacciones de los fanáticos en su contra.
"Cuando la escena todavía estaba fresca en la mente de los seguidores, un par de personas me insultaron verbalmente, incluso algunas mujeres me llamaron bastardo, entre otras cosas", reveló.
En cuanto a la duda más grande que ronda en este momento y que aumentó con el afiche del nuevo ciclo de "Game of Thrones", Fortune aseguró sentirse completamente ignorante con respecto al tema.
"¿Qué?... ¿Jon Snow está en el poster de la sexta temporada?, ¿continúa vivo? ¡Esas sí que son noticias para mí!", exclamó el actor tratando de sonar completamente impresionado antes de soltar una risa de complicidad, dejando la interpretación de ésta en el aire.