Reconocido bajista Jorge Campos entrega detalles del trabajo "póstumo" de Fulano

SANTIAGO.- Póstumo. Ese es el primer indicio de que las cosas no van bien para quienes se declaran seguidores de uno de los conjuntos más vanguardistas de las últimas tres décadas en la música popular chilena. Las altas cuotas que Fulano ha alcanzado con el paso de los años, ya sea tanto a nivel musical como de discurso, es una marca registrada que difícilmente otro conjunto chileno podría alcanzar. Por algo, aunque el grupo se ha mantenido siempre en la marginalidad ya sea estética como también mediática.

Jorge Campos, bajista, guitarrista, compositor e integrante histórico de Fulano, desdramatiza el concepto con el que se anunció este trabajo discográfico. "No es que haya sido ahora sino que el grupo ha parado muchas veces después de cada disco. Entonces, ahora está pasando lo mismo", explica.

Decir que "Animal en extinción" no era un disco esperado es una falacia. Los seguidores de Fulano, desde que el grupo anunciara su regreso por el año 2009 luego del receso que significó la muerte del tecladista y compositor Jaime Vivanco en agosto del año 2003, tenían la esperanza de que un nuevo material viera la luz. En ese sentido, Campos advierte que este trabajo, a pesar de la demora, es un producto final coherente con la discografía anterior del grupo.

"El hecho de haber esperado tanto –asegura el bajista, significó que pudiéramos consolidar un material porque piensa tú que el grupo tiene como treinta años de historia pero en estricto rigor, ha tocado veinte, ha tenido muchas lagunas entre medio y éste sería el quinto disco del grupo. O sea, quinto disco de estudio, digamos. Quinto disco en treinta años y lo que pasa es que éste es el primer disco de estudio después de dieciocho años y nada, yo creo que el tema es que hay que tener igual la cabeza fría para tomar la decisión de que si la música califica o no para hacer un disco".

De la misma forma, para la creación de Animal en extinción se invirtió mucho tiempo el que, incluso, data desde los primeros instantes de la reunión de Fulano. "De hecho, en la primera época trabajamos mucho material de Jaime Vásquez, yo te diría un año entero un par de temas de él que nunca vieron la luz en ninguna parte porque él después se retiró del grupo", recuerda Campos.

-Finalmente, ¿cómo quedó conformado Animal en extinción?
El disco tiene diez temas. Crisosto tiene dos, uno que se transformó en dos, o sea que son tres y en uno de esos, la letra es mía, y el Felipe hizo otro tema, más uno de Jaime Vivanco.

-Se mantiene un vínculo con la historia de la banda, entonces.
Es como un homenaje a él, una especie de continuidad de dónde quedamos y dónde estamos pero fue una cita, es un tema muy simple, es un tema que le da un color y un ambiente ideal para empezar el disco.

Fulano en extinción

Que "Animal en extinción" sea el disco "póstumo" de la banda revela, nuevamente, el ácido sentido del humor que ha caracterizado al grupo en toda su historia. En ese sentido, es Jorge Campos quien se atribuye esta sutil ironía. "Creo que fue una especie de premonición. En el fondo, pensaba que cada vez iba a ser más complejo trabajar un proyecto de este tipo", dice el bajista.

La pregunta, entonces, es ¿qué es lo que llevó a que el nuevo álbum de Fulano sea, en el fondo, el que cierre el telón? Hay varios factores que podrían explicarlo, siendo el cambio de integrantes de la banda, el que mejor sirve para ejemplificar este desenlace.

"Hay un primer gran terremoto interno cuando se va la Arlette, cuando se va el Chino y cuando se va el Raúl, que en el fondo fueron en diferentes fechas todas pero más menos en el plazo de un año o medio año y ahí nosotros decidimos, los que quedamos históricos, el Crisosto y yo, de seguir avanzando por un tema de que había música. Ahora, ahí después tuvimos otro rollo con bateristas, digamos. Probamos como tres bateristas y con el tercero recién funcionamos", revela Jorge.

Y es que la dinámica de un grupo como Fulano es como sus composiciones: compleja. "Fulano tiene el gran problema que tienes que ensayar harto, estudiar harto pero no recibes mucho a cambio, la verdad", explica Campos. Por lo mismo, el que se haya llegado a este nuevo registro haya llegado a puerto, con los sucesivas transformaciones del conjunto, es algo que se lo atribuye el músico. "El haber empujado siempre el proyecto para llegar a disco, para poder lograr hacer un disco, me parece que estuvo bien", dice.

-Para los músicos nuevos que entraron a Fulano, ¿fue muy difícil lidiar con la estética de la banda o con lo que, en el fondo, significa el grupo?
-Para algunos sí y para otros, no. A ver, hay músicos que son más abiertos y otros que son más cerrados pero evidentemente, estando en Fulano tienes que tener la cabeza como para decir “bueno, aquí no voy a estar tocando una música caramelo ni música agradable. Voy a estar tocando algo que siempre va a ser complejo, va a ser poco complaciente”. Ahora, por qué. Porque en el fondo, es parte de la estética del grupo es esa: no tener puesto el mercado como un objetivo principal sino que hay una cuestión personal detrás de eso.

Esas consideraciones son válidas para que Campos explique el por qué esta es, en definitiva, la recta final de Fulano. Sin aspavientos ni vendettas públicas. "Nunca hemos sido partidarios de ventilar los problemas internos así como lo hace la gente que baila en los programas de televisión, porque ellos necesitan publicidad. Nosotros, la verdad es que no necesitamos publicidad, lo único que necesitamos es que se sepa que hicimos un disco nuevo y que a la gente le guste", asegura.

Y es que el fondo, la banda es mucho más que los integrantes que la componen. Así, al menos, lo cree el músico. "Fulano es un instrumento, un instrumento multipropósito, multisonoro, entonces uno compone pensando en eso, como en esa estética", asegura.