BERLIN.- "Si no se hubiese alzado la voz, la Academia (de Hollywood) no habría realizado cambios", afirmó hoy el director de cine estadounidense Spike Lee en Berlín, donde presentó fuera de concurso su último trabajo "Chi-raq".
Lee, que en noviembre recibió un Oscar honorífico, fue uno de los primeros en anunciar que no iba a acudir a la ceremonia de la Academia el 28 de febrero al ver que ningún intérprete afroamericano había sido nominado.
"Cada año en las candidaturas de actuación hay 20 nominaciones. En los últimos dos años nadie de color ha sido nominado. Hubo muchas actuaciones en las que no se fijaron", aseguró el cineasta, para quien el verdadero obstáculo no radica tanto en la normativa de la Academia de Cine sino en las películas que se hacen.
"El problema son los guardianes, los que se sientan en los estudios (de cine) y en las televisiones y deciden lo que se va a hacer", aseguró el realizador lamentando la falta de diversidad en la producción audiovisual.
Según las estadísticas, explicó Lee, en 2040 los blancos serán minoría. Y si no lo hacen por "las minorías, lo deberían hacer por dinero. Hay mucho dinero ahí", agregó el cineasta, uno de los artistas del mundo del cine más comprometidos con la comunidad afroamericana y también con la actualidad política de su país.
El director confesó la inquietud que le genera imaginar que el precandidato republicano Donald Trump, favorito en las encuestas, llegue a la presidencia de Estados Unidos y pueda tener acceso al maletín nuclear. "Asusta pensar que un tipo como Trump tenga el maletín y pueda apretar los botones. Si los toca, todos desaparecemos", afirmó entre risas pero sin ocultar el desasosiego.
Y preocupante es también la cifra de asesinatos y tiroteos que se registran en Chicago, la ciudad más violenta de Estados Unidos. Esa es la razón por la que Lee rodó "Chi-raq", una mezcla entre musical y tragedia griega.
El título de "Chi-raq" es una combinación de Chicago e Irak, ya que la zona sur y oeste de la gran urbe estadounidense es donde se concentran los tiroteos.
"Durante el primer mes de este año 53 personas fueron asesinadas con arma blanca", dijo Lee. "Y hasta hoy, 16 de febrero, son 90", apostilló el actor John Cusack, uno de los protagonistas de la película, que se remitió a una página web que contabiliza los tiroteos, los heridos y las muertes. Se parece bastante "a una zona de guerra", añadió.
"Estados Unidos es un país muy violento, 99 estadounidenses mueren a diario por las armas", señaló Lee, que se distingue por un cine de entretenimiento de fuerte contenido social.
En "Chi-raq" Spike Lee firma un alegato para poner fin a la violencia de los negros contra los negros, la que se da en los barrios del sur y el oeste de Chicago. Angela Basset, Samuel L. Jackson y Cusack dan vida a un guión que emerge de una adaptación que Lee y el coguionista Kevin Willmott hicieron de la comedia griega "Lisístrata", de Aristófanes.
Ambientada en un barrio de Chicago donde la violencia entre bandas rivales se cobra vidas inocentes, en "Chi-raq" la novia de uno de los jefes pandilleros hace campaña entre las mujeres para iniciar una huelga de sexo hasta que los líderes de ambas bandas hagan las paces.
Irregular aunque ambiciosa, la película de Lee ha puesto ritmo a la Berlinale intercalando rap, comedia, escenas de sexo, drama e incluso números de coreografía.
