VIÑA DEL MAR.- Faltan pocas horas para que Rafael Araneda y Carolina de Moras suban al escenario de la Quinta Vergara y la dupla de animadores, que estará a cargo de presentar a los artistas y comediantes que serán parte de la versión 57 del Festival de Viña del Mar, no para.
Tienen que conceder sus ultimas entrevistas antes de dar la partida al evento, asistir a dos reuniones separadas de pauta, además de prepararse mental y físicamente para que todo salga como se ha ensayado. "Uno representa en el escenario a muchas personas", dice Araneda sobre el rol que cumplirá por sexta vez consecutiva, y explica que debe alcanzar las expectativas de todo un equipo, desde el área técnica, a la producción y quienes se preocupan de la parte legal.
"El artista puede tener la mejor disposición de estar en el escenario 72 minutos, pero hay un contrato que dice 70 minutos y hay un compromiso legal de que si se excede de eso hay multas: hay derechos de televización y una serie de cosas. Esto ya no es la Quinta Vergara romántica donde el animador y el artista tenían espacios de mayor libertad", asegura Araneda.
Al respecto, De Moras, considera que a esta altura la gente ya comprende la dinámica del Festival: "Entienden que esto no es un concierto ni tour del artista y saben que es imposible. Hemos transparentado el que los contratos son rígidos y que es muy difícil sacar a los artistas de su contrato".
Pero a pesar del marco legal siempre presente al momento de estar sobre el escenario, y el tener que intentar dominar al "monstruo", para De Moras la relación con la Quinta ha cambiando en los tres años que lleva como animadora: "Los nervios te ayudan a estar alerta. Pero ahora hay una sensación de que ya sabemos adónde vamos, pero también de 'Ya, pasémoslo bien, relajémonos y que sea todo un poco más cercano'". También cuenta que con Araneda se han afiatado cada vez más porque mantienen una buena relación durante todo el año e incluso se dan unos minutos para conversar antes de salir al escenario.
Por otro lado, Araneda considera que los mismos artistas saben a lo que se enfrentan al estar en el Festival y deben prepararse para que ocurra de la mejor manera. Un ejemplo de esta noche es la ferviente fanaticada de Marco Antonio Solís a la que hará frente Edo Caroe.
"Todos los humoristas saben que van después del artista que abre: no hay misterios y no hay sorpresas, forma parte de su contrato. Saben del público que van a enfrentar con el humor, que es muy diferente a hacerlo con el humor", dice al respecto, y agrega: "El público igual le da el espacio a los humoristas y se los ha dado a todos. Le dan una oportunidad ya a los tres o cuatro minutos y, si el humorista no ha enganchado, ahí entramos en problemas".
Tras el ensayo general
Anoche fue el ensayo general de la noche inaugural y tanto Araneda como De Moras coinciden en que fue un éxito, y que la nueva escenografía es impresionante.
"El escenario es espectacular, como tiene 180 grados, de a poco va a ir cubriendo toda la Quinta Vergara", dice la animadora, quien adelanta que vieron la apertura, a cargo de Power Peralta: "Trajeron a una increíble bailarina del Cirque du soleil".
Pero más allá del trabajo, ambos animadores tienen a sus artistas favoritos para este año. Mientras De Moras comenta: "Me encanta Alejandro Sanz y Lionel Richie, además de Ana Torroja", Araneda cuenta una anécdota.
"Me gusta mucho Ramazzoti, tengo una historia personal con él, él no tiene ni idea, pero me tocó ser su jefe de prensa cuando vino la primera vez a Chile para su show en San Carlos de Apoquindo, me tocó ir a verlo tocar en Buenos Aires y contactarlo con medios y organizar esas entrevistas. Fue casi mi primer contacto con los medios de comunicación, pero de otra perspectiva. Es bonito eso", dice y asegura que jamás lo comentaría en la Quinta: "Eso sería una autorreferencia patética de las que no podemos seguir desarrollando en nuestra televisión".
