SANTIAGO.- Este año, el Festival de Viña ha llamado la atención más que por la competencia, los músicos y la reina, por los comediantes que se han presentado. El stand-up comedy y el humor político se ha tomado los titulares de prensa.
Es por eso que en la cuarta noche mucho se especulaba de lo que podía pasar con Pedro Ruminot, más aún cuando las rutinas que tocaban la política sirvieron como gran salvavidas para los comediantes de las primeras jornadas, y porque su presentación era después de la espectacular fiesta que desató Lionel Richie en la Quinta Vergara.
Algo que el ex integrante de "El club de la comedia" tenía claro y supo enfrentar. El comediante se rió de todo: de la política, del fútbol, de los artistas e incluso de sí mismo; lo que cayó bien desde un principio y provocó risas en un público que logró lentamente olvidar a Richie.
"Le quiero mandar un mensaje a la Presidenta Bachelet, ya que se entera todo por la prensa, que mande un oncólogo para Punta Arenas", dijo en serio a la vez que en galería un grupo de personas mostraban carteles para hacer conocida esta causa.
Tras una rutina de casi una hora, los animadores ingresaron al escenario, quienes le entregaron a Ruminot la Gaviota de Plata, luego de tibios gritos del público. "La verdad es que estoy muy contento, casi tiritando. Nunca me imaginé que iba a estar en el Festival de Viña", aseguró con el galardón en la mano.
Luego de cinco minutos más, comenzaron las pifias con las que el comediante decidió terminar la rutina e irse con su único trofeo.