VIÑA DEL MAR.- Fue como un déjà vu de lo ocurrido en 2011... pero sin los "gracias no se molesten". Ricardo Meruane no logró reivindicarse ante el Monstruo de la Quinta Vergara, pese a que fue él mismo quien se ofreció para volver a enfrentar a la audiencia más difícil del país.
Meruane se subió al escenario del Festival de Viña del Mar con una rutina muy inferior a la presentada en las jornadas anteriores por sus colegas (Edo Caroe, Rodrigo González, Natalia Valdebenito y Los locos del humor). Y el público no tuvo problemas en manifestar su disconformidad.
El humorista intentó hacer reír con chistes alusivos a la contingencia política del país, pero no acertó. Su rutina simplemente no estuvo bien formulada, y los remates no eran agudos ni chistosos.
Las pifias cedieron a ratos durante los primeros minutos, pero terminaron imponiéndose, hasta forzarlo a despedirse del escenario cuando llevaba menos de media hora frente al público. Pero esto fue sólo un "falso adiós", pues los animadores dialogaron con él un par de minutos y lo convencieron de quedarse un rato más.
Lo reacción de Carolina de Moras y Rafael Araneda tiene bastante sentido si se considera que el cierre de esta noche no se puede adelantar, puesto a que su protagonista, Don Omar,
aterrizó en Chile cuando ya había empezado la transmisión televisiva, a pocas horas de su show.
El bis del comediante no fue mejor que el inicio. El Monstruo dejó muy claro que no quería escucharlo más. No obstante, él siguió.
Meruane tuvo valor en aquella segunda tanda. Pese a que el público lo pifió sin mesura y lo echó a viva voz gritándole "chao", él siguió firme. ¿Terquedad o valentía? Difícil predecirlo, pero claramente este episodio posiblemente lo aleje para siempre del "festival de festivales".