Ilustración de Javiera Méndez.
A mediados de 2015, la idea de crear una ocasión feminista para reunir a mujeres de la industria musical no dejaba tranquila a la cantante Francisca Valenzuela. Fue así como fundó Ruidosa Fest, que debutará este sábado 5 de marzo con siete conciertos y dos conversatorios en la Fundación Cultural de Providencia, justo al mediodía.
Cuando buscas Ruidosa en Google aparece descrito como un festival feminista. ¿Por qué definirlo así?
"Yo creo que el feminismo tiene un paraguas que se relaciona con la búsqueda de inclusión, con validar y visibilizar múltiples relatos. Bajo ese alero está la idea de construir el festival. Más allá de representar una institucionalidad formal, considero que el hecho de que haya un espíritu feminista –en el sentido de que el ambiente sea propositivo, de discusión no competitiva y donde los códigos, la perspectiva y las historias vengan de las mismas mujeres– versus lo que nuestra cultura les exige, es lo más destacable".
¿Por qué crees que es necesario un evento exclusivo de mujeres como este? ¿Cómo nació la idea?
"La iniciativa nació por varias cosas. Primero, por la búsqueda de dar a conocer una problemática real en el mundo de la música donde, como en muchas otras áreas, no hay mujeres. Visibilizar el relato de mujeres desde el ámbito musical, la producción, el periodismo musical, el booking y management, es pasarles el micrófono para que ellas entreguen su perspectiva. Esto es igual que el 'tras bambalinas': sólo se ve la puesta en escena, pero no cómo estas mujeres han podido generar proyectos, liderar instituciones, empresas o causas, cómo lo hacen, qué significa. Las convocadas son ejemplo de ello".
Dices que Ruidosa busca terminar con los estereotipos de género, ¿crees que todavía está vigente esa concepción errónea de que las mujeres no son capaces de manejar o administrar un emprendimiento?
"La conversación que se quiere tener es justamente ésa. Hay que romper con esas ideas impuestas a las mujeres, como también generar una instancia de convivencia e interacción. Nosotros en Chile tenemos una escena con muchas mujeres secas, auténticas, y hay que darles protagonismo de manera intencional y concreta. Esta inquietud mía se generó por la necesidad de saber de colegas que yo admiro mucho, con las que tenemos muchas cosas en común y harto que decir desde la experiencia de cada una. Rara vez se da el espacio para que digamos lo que queremos, según nuestra pauta y nuestra agenda".
De acuerdo a tu experiencia, ¿cómo se manifiesta el machismo en la industria musical? ¿Te has encontrado con situaciones sexistas?
"Es interesante que siempre se haga esa pregunta: 'Ustedes, las que sufren, denme sus ejemplos'. Yo creo que todo comienza desde las estructuras: si miras hacia arriba, no ves mujeres en las altas mesas. No se trata de que no haya hombres, sino de por qué no hay más mujeres. Cuando me siento a negociar con un sello, o con un encargado de booking, o con un manager –incluso entre los mismos músicos– siempre hay una predominancia masculina. Hay que remecer estos estereotipos. Saquemos a la luz mujeres que están haciendo cosas y fortalezcamos ese ejemplo. Más que decir 'ustedes' o 'nosotros', hay un sexismo sistémico en nuestra cultura del que no nos damos cuenta, pero que está y se va perpetuando".
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Revista Viernes.