Brittany Howard en la última edición de los Grammy. Ganaron el premio a Mejor álbum alternativo con "Sound & Color" . También se quedaron con los trofeos a Mejor performance y Mejor canción rock por " Don't Wanna Fight".
Reuters.
SANTIAGO.- Llegó a Lollapalooza 2013 como una de las promesas del festival y un proyecto al que Perry Farrell le tenía confianza. Tres años después, Alabama Shakes regresará al multitudinario encuentro del Parque O’Higgins convertida en una de las bandas más populares de la escena indie, y con el respaldo de tres premios Grammy recién ganados por Sound & Color, el disco que lanzaron el año pasado.
"Lo pasamos tan bien la última vez", dice a Emol la vocalista Brittany Howard al recordar su debut en Santiago, cuando tocaron en uno de los escenarios menores de Lollapalooza. Este 2016 lo harán en una de las dos plataformas principales, entre los shows de Bad Religion y Brandon Flowers (último confirmado, tras la baja de Snoop Dog). "Es gracioso, porque cada vez que nos preguntan qué lugares son nuestros favoritos, y cuáles son las mejores audiencias, siempre mencionamos Chile y Latinoamérica como un todo. De verdad es muy entretenido tocar para ese público".
Y aunque suena a frase repetida y cliché, lo cierto es que la presentación de los estadounidenses efectivamente ejerció una influencia importante en la audiencia local. Aumentó el interés por su música y eso se vio reflejado después, con la llegada de Sound & Color, sucesor de Boys & Girls (2012).
"¡Volveremos más grandes y mejores!" añade una entusiasta Howard al adelantar lo que se verá en vivo el próximo domingo. "Ahora somos una banda de nueve integrantes y tenemos un nuevo tecladista, Paul, además de tres coristas, Karita, Shanay y Lloyd. Los cuatro aportan muchísimo al espectáculo en vivo y estoy segura de que el público los va a querer tanto como los queremos nosotros".
Las puertas del mercado musical internacional se les abrieron con su disco debut, pero la consolidación llegó con su más reciente trabajo producido por Blake Mills— responsable también de algunas creaciones de Fiona Apple y Conor Oberst—. Este álbum contó con mayores recursos y, lo que es más importante, tiempo de ejecución.
"No nos sentamos para decidir qué haríamos un disco distinto. Siempre hemos estado muy orgulloso de ese álbum, pero es importante tener en mente que Boys & Girls lo hicimos en muy poco tiempo. Es un reflejo de dónde estábamos como músicos y compositores en ese momento, pero siempre supimos que éramos capaces de mucho más", explica la cantante de 27 años. "Con Sound & Color tuvimos la fortuna de disponer de más tiempo y recursos, y pudimos pensar más lo que queríamos lograr. Nos presionamos para explorar nuevos sonidos y para ir más allá de lo que pensamos que sería posible".
El grupo seguirá promocionando en vivo su segundo disco hasta mediados de agosto. Después se tomarán un receso "para descomprimirnos y pasar tiempo con nuestras familias" y así volver descansados al estudio. "Estoy muy entusiasmada con la idea de volver a escribir", concluye.