El inmejorable momento en que Coldplay vuelve a Chile

SANTIAGO.- Chris Martin lidera una de las bandas más grandes del mundo en la actualidad y quien piense lo contrario —porque no le gusta su música u otra razón— no está siendo objetivo. Porque en sus 16 años de carrera, Coldplay ha vendido 80 millones de discos, una hazaña impresionante tomando en cuenta que pagar por música está muy abajo en la lista de las prioridades de los fans.

Para el debut de su séptimo disco de estudio, A Head Full of Dreams, el cuarteto que completan Guy Berryman, Jonny Buckland y Will Champion, consiguió las mejores ventas desde Viva la Vida or Death and All His Friends de 2008.

Otra muestra de su buen momento es el haber sido elegidos para ser parte del show televisado más importante del año: el Super Bowl. Si bien no eran la elección más obvia —se suele optar por actos más pop con presentaciones donde el sentido del espectáculo supera en creces el interés musical, generalmente con estrellas más livianas de ropa—, la banda británica consiguió el principal incentivo para ser parte del evento: aumentó sus ventas. Según Billboard, su catálogo completo aumentó en un 355% la cantidad de copias vendidas

En cuanto a los fans locales, agotaron en apenas 10 horas las 54 mil localidades disponibles para su show de este domingo en el Estadio Nacional. Algo comprensible: su primera visita fue ya hace casi una década, con tres shows repletos en Espacio Riesco. Por lo tanto, muchos seguidores los esperaban desde hace mucho, especialmente tras la cancelación de los shows que la banda haría a comienzos de 2013.

Básicamente, Coldplay ya ha entregado singles conocidos a grupos distintos de seguidores: quienes se criaron con ellos y quienes los descubrieron en el camino, sumando admiradores en el camino. Además, ya sea por lo musical o no, tienen un vocalista que es mediático gracias a su relación con su hoy ex esposa Gwyneth Paltrow. Es decir: el nombre de la banda no ha dejado de aparecer en la prensa.

Eso sí, hay un factor innegable. Son populares, pero no son arriesgados ni tampoco tienen un factor muy llamativo ni rupturista, sino que lo contrario: la buena onda que quieren reflejar incluso a través de su estética los hace incluso aburridos. Además, a pesar de pasar por una época en que se esforzaron por hacer canciones épicas para que pudiera corear un estadio completo, su mayor interés parece no tener que ver con dejar una marca en el mundo de la música, sino que con el comercio justo y otras luchas sociales, uno de los sellos de Coldplay. De hecho, es política de la banda desde sus comienzos donar un porcentaje fijo de sus ingresos a caridad.

Un asunto que también se ve reflejado hacia sus fans: mientras en su visita a Chile comentaron públicamente que consideraban "vergonzoso" el alto costo de los tickets y regalaron algunos a quienes los esperaban fuera de su hotel, han pedido al gobierno inglés que cierre los sitios de reventa de tickets que ganan sumas obscenas aprovechando el fanatismo de otros.

Pero más allá de las impresionantes cifras de la banda, es importante tener en cuenta que es muy posible que no alcancen mayor trascendencia en términos musicales: no se trata de una banda que se vaya a citar como influencia tal como ocurre con nombres como The Beatles, The Rolling Stones, The Who, por hablar de sólo algunos importantes conjuntos británicos que han marcado a generaciones al momento de hacer música.