"El manifestante lanzador de ramos de flores", una de las obras más emblemáticas del artista.
EFE
ROMA.- Desde el 24 de mayo. Esa es la fecha en que se abrirá una muestra de la obra del popular artista urbano británico Banksy en el museo Fondazione Roma.
Por el momento no está confirmado el número de obras que se exhibirán en el Palazzo Cipolla pero, desde el comisariado de la exposición ha sido calificada de una "gran muestra", mientras que medios locales informaron de que habrá unas 150.
Hasta ahora, la organización no ha difundido más detalles y los medios italianos califican el evento incluso de "sorpresa", dada la poca antelación con la que llega la información sobre su organización.
Todas las obras, entre esculturas originales, pinturas y objetos raros, procederán de colecciones privadas de diversos países y no habrá ningún grafiti arrancado de los muros donde el enigmático Banksy suele plasmar su arte.
Además es la primera ocasión en la que el Museo Fondazione Roma se abre al arte urbano.
Bajo el título "War, Capitalism & Liberty" (guerra, capitalismo y libertad), la muestra estará dividida en estas tres áreas y su objetivo será intentar arrojar luz sobre el lenguaje y el éxito como comunicador del misteriosos artista urbano.
La exposición permanecerá abierta hasta el 4 de septiembre en la capital italiana y está organizada por la Fondazione Terzo Pilastro y comisariada por la organización italiana especializada en arte callejero "999 Contemporary" y por la galería londinense Andipa.
El misterioso artista
Quién se esconde detrás del pseudónimo Banksy es todavía un misterio, lo que aumenta la expectación y el valor de sus obras; algunas han llegado a venderse por más de medio millón de euros (unos 571.000 dólares).
El último intento por desvelar el enigma ha sido un estudio elaborado por científicos británicos, que sugirió que Banksy puede ser un inglés de 42 años llamado Robin Gunningham.
Se le considera un activista y sus obras, de repercusión mundial, contienen una fuerte carga de denuncia política, como su serie en la que critica la forma en la que Europa está tratando la crisis de refugiados.
El último mural que realizó en esta línea lo hizo frente a la embajada francesa en Londres y en él censuraba el uso de gas lacrimógeno en un campo de refugiados cercano a la localidad de Calais (Francia).