SANTIAGO.- Aunque en sus inicios, por allá en el año 2004, sólo era uno y el nombre del proyecto era su propio apelativo, Perrosky mutó a una banda que significa mucho más que la figura de Alejandro Gómez. En efecto, el hecho de que su hermano, Álvaro, lo acompañe y sean los dos responsables del sello Algorecords— bastión en lo que se refiere a sonidos con olor a añejo (como el primer registro de Gómez)—, le da a Perrosky un aire de sobrevivencia sin igual en el siempre cambiante y acelerado mundo del rock local.
Ese casi instinto es el que lo ha llevado a sacar, casi de forma compulsiva, discos sin parar en márgenes de tiempo que promedian los dos años. Eso, hasta que aparece Cielo Perro, la más reciente producción del dúo a tres años de su anterior elepé, Vivos (2013). Este período, marcado por los viajes al lejano oriente y su segunda visita al festival South by Southwest (SXSW) que se celebra en la ciudad estadounidense de Austin, en el estado de Texas, sirvió para que las cosas en Perrosky fuesen menos obvias.
La razón de esto, de acuerdo al mismo Alejandro, fue la forma en que abordaron a Cielo Perro. "Este disco, a diferencia del otro, fue básicamente como de laboratorio, de estudio. Tuvo varios procesos y estos fueron bien separados unos de otros. Primero, se grabaron las bases y el disco ahí se quedó como estancado un rato por ene motivos, viajes que hicimos y después lo volvimos a retomar como a mitad de año, entonces el disco ha demorado un tiempo, pero en todo ese transcurso creo que lo fuimos madurando más de lo que quizás lo hubiéramos hecho todo de una tirada", dice el encargado de las guitarras y voz de Perrosky.
Eso explica qué, por ejemplo, aparezca una drum machine "Fuzz", antepenúltimo tema de su nuevo trabajo. "Bueno, siempre le estamos buscando la vuelta de tuerca un poco a lo que hacemos dentro de todo", asegura Alejandro Gómez.
Si bien hay cambios, en Cielo Perro aún se mantiene esa urgencia que es característica en los trabajos de Perrosky.
Álvaro Gómez: Yo creo que mantiene esa frescura porque claro, fue grabado rápido con unas bases, y lo otro fue hecho después. Entonces toda esa distancia genera al final un producto más sobre la marcha, como se podría decir de mala manera. Nosotros quedamos conformes con los resultados y también esa era la idea de lo que queríamos.
Esa distancia, que tanto para Alejandro como Álvaro fue parte vital del proceso de Cielo Perro, resultó fundamental para el resultado final de este trabajo. "Lo afrontas súper diferente", dice Álvaro y cuenta que "era como ‘oh, mira esto ahora podríamos hacer este sonido, mezclar de esta manera, afrontarlo de esta otra manera’, cachai, con otra sonoridad que la que inicialmente quizás tienes pensada en la cabeza".
Alcanzando el "Cielo Perro"
Uno de los elementos principales que Perrosky utilizaba a la hora de probar un álbum era el tocar varias de las nuevas composiciones la mayor cantidad de veces posibles. Foguearlas en el escenario, coinciden Alejandro y Álvaro, era un rito necesario antes de entrar a grabar un disco.
Para su nuevo registro, sin embargo, el ejercicio fue el contrario ya que la banda optó por dar pequeñas muestras de este trabajo. "Habíamos mostrado 'T-Box' y 'Sólo blues'. Eran las que más tocamos el año pasado, así en giras o cosas por el estilo porque claro, está la guitarra como que es extraña, la otra tiene como un juego que hace en vivo con el público, entonces como que se habían probado y un par de otras de repente", dice Álvaro. Asimismo, en su pasada por el SXSW, además de generar redes de contacto, también aprovecharon de presentar otras canciones de Cielo Perro.
Sin embargo, para el próximo 13 de mayo esto será distinto. Por estos días, el mítico Bar de René, epicentro del rock local, cumple dos décadas de vida y Perrosky es una de las bandas invitadas para los festejos. "Estamos ensayando las canciones y todo para estar lo más seguros y todo tocándolas", dice el guitarrista y vocalista de Perrosky. Después de eso, los hermanos Gómez partirán a Argentina, los días 19 y 21 de mayo, para dar dos recitales en Buenos Aires, aprovechando que estarán en la capital trasandina para finiquitar lo relacionado con el disco físico: el arte del trabajo y las copias del mismo.
Y aunque el dúo no tiene definida una fecha de lanzamiento para Cielo Perro propiamente tal, sí esperan levantar un show a la altura del nuevo registro. "El 'en vivo' puede llegar a ser bien diferente de cómo se va a ver el disco, pero siempre tratamos de capturar un poco más la esencia, o sea, los discos parten de la base de que somos nosotros dos tocando y ahí empezamos a agregar cosas", dice Alejandro y complementa su hermano: "lo vamos a ir tocando como todos los otros discos que hemos hecho y después vamos a ir viendo qué necesita o qué sería lindo hacer".