Finalmente Jon Snow y Ramsay Bolton se enfrentaron.
HBO
SANTIAGO.- Desde el inicio de su nueva temporada, HBO venía anunciando la apuesta más grande de "Game of Thrones" con bombos y platillos... y no decepcionó. Se trata del penúltimo episodio del sexto ciclo, emitido la noche del domingo, en el cual se enfrentaron dos grandes personajes y que por muchos de los fanáticos fue catalogado como el mejor de la serie.
Se advierte que este artículo incluye detalles del capítulo transmitido el 19 de junio.
Tal como en las temporadas anteriores, el noveno episodio fue marcado por un impactante desenlace que, aunque su resultado era el esperado, no dejó indiferentes a los espectadores, luego de mostrar la más increíble batalla expuesta en la serie, e incluso se podría decir que en la televisión.
"La batalla de los bastardos", como se titula el capítulo, comenzó con el regreso de Daenerys Targaryen a Meereen, donde se enfrentó a los maestros que estaban atacando a la ciudad para reclamar sus derechos sobre los esclavos. Fue ahí donde la "Rompedora de Cadenas" demostró todo su poder al liberar sus dragones y, junto a los dothraki, venció a los "Hijos de la Arpía".
Más tarde, la "Madre de los Dragones" recibió a Theon y Yara Greyjoy, quienes desesperados por recuperar las Islas del Hierro, lograron crear una nueva alianza con Daenerys.
Sin embargo, la verdadera acción ocurrió en el norte, en el enfrentamiento entre Jon Snow y Ramsay Bolton por Invernalia. Los bastardos de la casa Stark y Bolton, respectivamente, se reunieron previo al enfrentamiento, donde cada uno intento "razonar" con el otro, para evitar una gran guerra. Primero fue Ramsay quien agradeció a Snow por llevarle a Sansa Stark de regreso y después le pidió su rendición. Sin embargo, ninguno de los hijos de Ned Stark aceptaron las condiciones de Bolton. Snow le da la posibilidad de un enfrentamiento entre ambos, para que así nadie más muera, pero Ramsay se niega. "Morirá mañana, lord Bolton. Duerma bien", le advierte Sansa Stark.
Tras crear una estrategia de batalla, donde Sansa advierte a Jon de cómo su detestable esposo piensa, ambos bandos se encuentran al día siguiente. Minutos antes del comienzo de la guerra, Ramsay aparece tirando de una cuerda de Rickon Stark, a quien libera con la condición de hacer un "juego": que corra hacia su hermano, mientras le lanza flechas. Segundo antes de que Jon Snow alcanzara a Rickon, éste fue alcanzado por el proyectil, falleciendo instantáneamente. El hecho desata la furia del hijo bastardo de Ned Stark y da inicio a la más grande batalla de "Game of Thrones".
Con esto, Bolton inicia la guerra como ganador, ya que tiene todo completamente controlado. Las fuerzas de los Stark y los suyos se enfrentan, en lo que termina pareciendo un campo de cadáveres. La batalla llega a tal punto, que Snow y sus aliados se encuentran rodeados de soldados de Ramsay, quien parece un verdadero estratega. Cuando todo parece perdido —momento en que todo seguidor de los Stark realmente sufre viendo la pantalla—, se muestra la verdadera debilidad de Bolton: su impulsividad. Cuando parece tener todo controlado y con los números a favor, sigue desplegando a su ejército con el objetivo de aplastar a su enemigo.
Sin embargo, cuando ya daba la batalla por ganada, aparece Meñique, Sansa y el ejército de los Arryn, quienes se enfrentan a los Bolton y salvan a Snow y los suyos. Al quedar perplejo con la situación, Ramsay se va corriendo al castillo de Invernalia, perseguido por Jon Snow y los suyos. Ahí se enfrentan, terminando con el dominio de Bolton, quien comienza a lanzar flechas a Snow, asegurando que elige un enfrentamiento entre ambos. El bastardo de Invernalia, logra esquivar las flechas con un escudo y termina masacrando a golpes a Bolton, hasta que mira a Sansa y decide no acabar con su vida.
Sin embargo, en el momento que los fanáticos sólo pudieron haber deseado, pedido y exigido la muerte de uno de los más grandes psicópatas de la serie; lo ven con vida amarrado a una silla frente a Sansa, quien se encuentra del otro lado de la celda. En ese entonces, convencido de que Sansa no le hará nada, le dice algunas palabras, al más puro estilo del bastardo de los Bolton. Fue en ese momento como Sansa finalmente puede disfrutar su venganza: "No los has alimentado en siete días", le advierte a Ramsay, antes de que éste fuera devorado por sus propios perros.