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Dream Theater revela su lado más progresivo ante un rendido Teatro Caupolicán

Por poco más de dos horas, los cerca de dos mil fanáticos del quinteto estadounidense, fueron testigos de la compleja obra The Astonishing, uno de sus trabajos más ambiciosos.

04 de Julio de 2016 | 00:19 | Por Felipe Kraljevich M, Emol
SANTIAGO.- Lo de los discos conceptuales no es nuevo para una banda como Dream Theater. Con antecedentes como Metropolis, pt. 2: Scenes from a memory (1999) y Six degrees of inner turbulence (2002), los de Nueva York ya habían dado evidencia más que satisfactoria en el arte y creación de obras que siguiesen una narrativa tanto lírica como musical, en particular en el caso del álbum de 1999.

Parte de esas obras, junto con otras, el público chileno ya las conoce y las ha podido disfrutar en las tres visitas anteriores del grupo. Eso sí, hasta esta jornada, las presentaciones de Dream Theater siempre se habían enmarcado en el formato de una gira clásica, en la que el grupo promociona o una suerte de "visita especial" o su disco nuevo, para luego mezclarlo con distintas canciones de su repertorio.

En esta ocasión, John Petrucci, Jordan Rudess, John Myung, James Labrie y Mike Mangini presentaron de forma íntegra su nuevo trabajo, el álbum conceptual The Astonishing, trabajo que en poco más de dos horas de música, relata la historia de una revolución en un mundo distópico, siguiendo el desarrollo del líder de esta emancipación, el dictador del mundo en el que vive y, por si fuera poco, una historia de amor que nace en el medio de esta guerra.

Lo cierto es que tanta información no es, como podría imaginarse, un problema para Dream Theater en términos musicales. El virtuosismo de sus músicos hace que la la historia pase desde momentos de rock duro, como en "Lord Nafaryus" y "Three days", pertenecientes a la primera parte de esta obra, o "The walking shadow", en la segunda mitad del recital, a baladas como "The answer", en la primera mitad, como también la breve "Whispers on the wind", en la segunda parte del concierto. En estos ejemplos, se puede graficar de buena forma como el grupo resuelve, a través de la contraposición de elementos, el desarrollo de la historia. De la misma forma, también recurre a una mezcla de ambos como en "Our new world", tema que llega casi al final de la jornada, lo que entrega mayores matices a su concepto.

Y es que lo que entrega la música, que en ocasiones muestra toda la deuda que los estadounidenses tienen con grupos como Yes y en otras, toma mucho del clásico Operation: Mindcrime (1988) de Queensrÿche, y la gran escenografía que la banda preparó para esta ocasión, con pantallas y un juego de luces que va explicando de mejor forma el devenir de The Astonoshing, cae un poco en cierta planicie en lo lírico. Por lo mismo es que, si tomamos este disco 2016 con sus antecesores de 1999 y 2002, en la comparación queda algo al debe.

Sin embargo, nuevamente hay qie remitirse a la calidad instrumental de Dream Theater, lo que hacr brillar el nuevo material. Ya sean los solos de Petrucci en guitarra -impresionante está el músico en las dos horas de recital, donde da una verdadera clase de las seis cuerdas- como sus compañeros, en especial el fiato que han tomado Mangini y Myung, batería y bajo respectivamente, al formar una base rítmica capaz de sostener un complejo elaborado musical como el The Astonishing.

En la fría noche de Santiago y a pesar de que esta debe ser la vez que la banda ha convocado a menos público (lejano se ve el día en que, en su debut en Chile en 2005, Dream Theater aglutinó a unas veinte mil personas en la pista atlética del Estadio Nacional), es imposible no decir que este es un show exitoso. No pasa sólo por quienes llegaron sino por la calidad del espectáculo en sí y la respuesta del público a lo que los estadounidenses proponen. Y dada la complejidad del mismo, que nadie se haya retirado antes ya habla de una fidelidad a toda prueba de los seguidores de Dream Theater en Chile.
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