En el año 1989, el cantante estadounidense supo que su ex manager, Frank Weber, había sacado 30 millones de dólares de sus cuentas bancarias para invertir en negocios que finalmente salieron mal, y además pagó algunas deudas personales. Este hecho no sólo hizo pasar al artista por un complejo momento financiero, sino que también personal, ya que compartía un importante lazo de amistad con Weber, quien incluso fue su cuñado y padrino de su hija.
El destacado cineasta fue víctima de una de las estafas más grandes en la historia de Wall Street, la del ex asesor financiero Bernard Madoff. El realizador invirtió gran parte de los fondos de su fundación benéfica Wunderkinder en la firma del ex inversionista, quien realizó una estafa piramidal. Actualmente, el Madoff está cumpliendo una pena de 150 años en prisión.
El director de cine español también resultó perjudicado por una firma ligada a Bernard Madoff. Almodóvar y su hermano Agustín, con quien tiene la productora El Deseo, tenían acciones en una empresa que invertía parte de su patrimonio en uno de los fondos involucrados en este fraude.
Fue en el año 2010 cuando se destapó el escándalo de la firma Starr and Co, perteneciente al asesor financiero Kenneth Starr, quien controlaba el dinero de diversas celebridades, entre las que estaba la protagonista de "Kill Bill". Según reportaron algunos medios estadounidenses, la actriz habría sido estafada por un millón de dólares, los que logró recuperar al poco tiempo de haber notado el fraude.
En algunos casos el mal uso del dinero ha venido de parte de personas cercanas a las celebridades. Así fue lo que le ocurrió a la protagonista de "Gossip Girl", quien en 2011 presentó una demanda en contra de su madre, Constance Meester, luego de que se enterara que los 7.500 dólares mensuales que le estaba enviando para el tratamiento médico de su hermano, lo estaba utilizando para realizarse operaciones estéticas.
En el año 2012, la intérprete de "Diamonds" presentó una demanda en contra de sus contadores, a quienes acusó de aprovecharse de su "ingenuidad financiera" y hacerla perder decenas de millones de dólares. Los abogados de la cantante aseguraron que la firma Berdon LLC se quedó con gran parte de los ingresos de la gira de 2009, mientras que Rihanna sólo obtuvo un 6% del dinero que ganaron con la venta de entradas.
La ganadora del Oscar siguió los consejos de su asesor financiero, Richard Francis, e invirtió una cifra superior a los 10 millones de dólares en el mercado inmobiliario. Sin embargo, posteriormente se enteró que el dinero había sido invertido en una sociedad que el mismo Francis controlaba, y que tan sólo iba a poder retirar la mitad de lo que en un comienzo entregó, ya que no había liquidez en la empresa y el valor de la acciones había tenido una disminución considerable.