El museo está emplazado en la propiedad familiar del fallecido Charles Chaplin.
Archivo El Mercurio.
CORSIER SUR VEVEY.- Uno de los grandes miedos que el legendario Charles Chaplin confesó a uno de sus hijos era el de ser olvidado. Casi dos décadas después de su desaparición, el primer museo del mundo dedicado a su figura se encarga, desde la localidad suiza en la que pasó sus últimos años, de que esto no ocurra.
"Universo Chaplin" -como han decidido llamarlo sus impulsores-, abrió sus puertas al público el pasado 16 de abril -el mismo día en el que el actor habría cumplido 127 años- como el único museo en el mundo dedicado exclusivamente a la vida y obra del actor.
Lo pintoresco del emplazamiento -en la localidad de Vevey en Suiza- no es casualidad, puesto que el museo se construyó en la misma finca en la que la familia Chaplin vivió hasta la muerte de la mujer del actor, Oona O'Neill, en 1991.
Y es que según el director de "Universo Chaplin", Jean-Pierre Pigeon, se trata de un proyecto en el que se ha involucrado a la familia al completo.
El complejo consta de tres partes: la Manoir, donde se exponen los elementos más personales del actor, como cartas y fotografías; el parque en el que está ubicado la casa, con vistas a los Alpes y al lago Lemán, y los estudios de cine.
En dichos estudios (la única parte nueva que se ha construido en la finca y que tienen un volumen de 15 mil metros cúbicos), los promotores del museo se han encargado de recrear los escenarios y las escenas de las películas más famosas del actor.
La visita a los mismos comienza con una proyección de diez minutos en la que se resume la vida de Chaplin y en la que se muestra cómo todo lo que creaba era una reacción a su tiempo.
El ganador del Oscar fue un personaje controvertido y que pese a ser recordado principalmente por su personaje "Charlot" el museo se encarga de iluminar a los asistentes con sus diferentes facetas: comediante, director, compositor, empresario y padre de familia.
En los tres meses que lleva abierto, la afluencia ha sobrepasado las expectativas de la organización.
"Aún no podemos decir los números, pero sí que podemos afirmar que son mejores de lo que esperábamos. Personas de 60 países diferentes han pasado ya por aquí", comentó el director del museo.
La asistencia y los comentarios positivos recibidos son motivo suficiente para Pigeon para pensar que el museo va por el buen camino.
"Me alegra profundamente ver cómo después de la vista que dura dos horas y medias o tres, la gente termina y compra la biografía de Charlie. Quiere saber más. Eso es sin duda que estamos haciendo un buen trabajo promoviendo su figura", concluyó.