SANTIAGO.- Patricia Cerda es una experta en la historia colonial chilena. En 1986, en plena Guerra Fría, llegó a Alemania para sacar un doctorado en historia en la Universidad de Berlín, y por más de dos décadas se especializó en interculturalidad y migración femenina. Durante aquel periodo se dedicó a la academia, pero luego dio un giro hacia la literatura. La oriunda de Concepción tiene una pluma única, y decidió utilizar ese talento para escribir sobre temas de ficción relacionados a sus vastos conocimientos sobre la historia colonial de Chile. El resultado es su primera novela, “Mestiza” (Ediciones B).
Cerda eligió dedicarse a la ficción hace cinco años. En 2013 publicó el libro de cuentos "Entre Mundos", y tras el satisfactorio resultado de aquel proyecto optó por seguir explorando su faceta como literata. Y ha avanzado a paso veloz, pues ya tiene listos otros tres proyectos, entre los cuales se destaca una novela erótica ambientada en la europa actual.
Cerda reside en Alemania, donde también viven sus dos hijas. No obstante, tiene una relación estrecha con Chile. Viaja al menos dos veces al año, y actualmente está en el país promocionando el lanzamiento de "Mestiza". Esta obra está ambientada en el Chile colonial y es protagonizada por la joven y valiente Animallén, hija de cacique mapuche y madre española. La heroína cuenta las odiseas que debe llevar a cabo durante toda su vida tras ser secuestrada de su hogar por uno de los conquistadores.
"Sentí que había que escribir esta novela, y que la tenía que hacer yo”, dice Cerda en entrevista con Emol. “Cuando hice las investigaciones para mi doctorado pensaba que había tantas historias personales que se podían contar. Porque en el fondo la literatura es añadir la dimensión de lo humano a eso, y provocar una identificación con ese tiempo, con la sensibilidad de la época", explica.
Para la chilena radicada en Alemania era fundamental contar detalles del día a día del Chile colonial, pero de manera fluida. "Quise dar confianza al lector, para que sepa que la reconstrucción de este espacio es fidedigna. Entonces va a entretener pero también aprenderá".
En tu libro de cuentos y en "Mestiza" se percibe que tienes un interés especial en la figura femenina ¿Hay algún motivo en especial por el que exploras a la mujer como personaje?
-Me cuesta muy poco crear personajes femeninos e identificarme con ellos. Creo que esa es la respuesta. No hay un feminismo activo, seguramente es pasivo. Considero muy interesante lo que ha ocurrido con lo femenino en los últimos dos siglos, las libertades que se han ganado. La protagonista no es sumisa y es una mujer muy curiosa, con una gran intuición. Lo de no ser sumisa viene de lo mapuche. Ella no niega su origen, pero lo esconde. Está muy orgullosa de su rebeldía.
¿Qué percepción tienes de lo que está pasando en la Araucanía. Cómo ves el escenario desde Alemania?
-Desde la perspectiva de la modernidad del siglo XXI, sí llama la atención que todavía no podamos haber hallado el tono con los mapuches, que no nos hayamos podido sentar en la misma mesa a debatir y a buscar una solución de una manera cooperativa. Siento que hay un problema de tono. Hay mucha rabia por parte del pueblo mapuche, pero también mucha arrogancia del Estado chileno. Alemania también tiene su periodo muy oscuro a principios del siglo XX, pero supo transformarlo. Supo pedir perdón. En los sesenta, el canciller alemán de arrodilló en el gueto de Varsovia y pidió disculpas. Entonces es muy importante la humildad. Yo pienso que nosotros, los chilenos, somos los que debemos invitar a los mapuches a dialogar, con humildad. Hay que terminar con las reticencias y la agresividad.
Pensando en el escenario actual de Europa, con la salida del Reino Unido de la UE y los problemas a nivel social ¿Te dan ganas de escribir una novela sobre lo que está ocurriendo allá?
-¡Sí! Eso es lo que viene el próximo año. Será un novela hot, con mucho erotismo. Porque considero que es un campo en la literatura que ha sido muy poco tratado en Chile. Y hay una diferencia entre pornografía y erotismo. Este último está lleno de sutilidad, es sublime, y es la emoción, el sentimiento de un sujeto.
¿Te gustaría traducir tus libros para venderlos al mercado europeo?
-Sí, muchísimo. Yo seré la propia agente de mis libros allá. No me cabe la menor duda de que Mestiza va a despertar interés, es posible sacarla en España, Italia y Francia. Alemania se siente muy lejos de América Latina colonial. No así Italia, que sí lee mucha literatura de este tipo.