LOS ANGELES.- "Pablo muere" y "La historia es el mayor spoiler" son dos de las frases que Netflix está usando para promocionar la segunda temporada de "Narcos". Se trata de una apuesta inusual, tomando en cuenta el secretismo con el que se suelen tratar los nuevos ciclos de las series en el mercado mundial, pero es imposible olvidar que la vida de Pablo Escobar es bien conocida en el mundo.
Una historia que en esta oportunidad llevó a pantalla el actor brasileño Wagner Moura, quien contó a Emol lo que implicó para él, en lo personal, interpretar a quien llegó a ser el séptimo hombre más rico del mundo, y quien se convirtió en un punto de referencia al hablar del mundo de las drogas.
Moura también se refirió a su trabajo con actores chilenos como Paulina García, quien interpretó a su madre en la ficción, y Pedro Pascal (Oberyn Martell en "Game of Thrones"), quien es uno de los encargados de devolver a Escobar a la cárcel, lugar de donde escapó al final del primer ciclo.
¿Cambió tu impresión de Pablo Escobar desde que partiste con el rol?
-Pues totalmente. Primeramente yo no sabía nada sobre Pablo, porque yo soy brasileño. Estoy cerca de Colombia, pero no sabía mucho sobre él. Entonces, todo lo que descubrí, no sólo de Pablo, sino que sobre la historia de Colombia, la historia del narcotráfico y todo eso, lo aprendí mientras hacía "Narcos".
¿Cómo fue hacer este ciclo sabiendo que tu personaje moría?
- De alguna manera... pues, yo generalmente hago películas. Yo no estoy acostumbrado al mundo de las series. Entonces, para mí era como hacer una película gigante en que yo sabía cómo empezaba el personaje y cómo iba a terminar. Cuando terminamos la primera temporada, yo pensaba "bueno, paramos un poquito y luego regresamos y nos toca terminar". Porque sabíamos cómo Pablo iba a terminar.
Pero, en la practica, ¿fue tema despedirse del personaje y del equipo?
- Sí, lo fue. La verdad es que yo dediqué, yo entregué mucho de mi vida a este personaje. Pasé dos años viviendo en Colombia, llevé a mis hijos para Colombia, los puse en escuelas colombianas. Fue una experiencia cultural, humana y política muy importante en mi vida, porque nosotros los brasileños somos muy aislados ahí en Latinoamérica, porque hablamos portugués y consumimos nuestra propia cultura y todo.
Entonces, fue un momento de trabajar con actores de todos lados, de América latina, y hablar de algo que tiene que ver con mi vida, que es el narcotráfico: en Brasil es una cosa súper fuerte. Entonces, todo eso fue una experiencia muy fuerte. Aprender el español, todo eso.
Cuando terminé, siempre queda un vacío, algo vacío. ¿Vacío se dice, empty?—pregunta el actor que se familiarizó con el castellano sólo para este rol— Algo vacío dentro de uno. Pero, a la vez, era un sentimiento de alivio de haber terminado algo.
¿Cómo fue el trabajar con actores chilenos?
-Ay, divinos. Pali García, ¡divina! ¿no? Gnecco, Alfredo Castro, el mismo Pedro Pascal. Son los mejores actores. Es impresionante cómo Chile, cómo el teatro y el cine chileno está llenos de actores de actores impresionante, ¿no? Paulina es una diosa, ¿no?