SANTIAGO.- La célebre producción dirigida por Martin Scorsese, "Taxi Driver", nuevamente da que hablar en Chile. Ello debido a que el guionista de la película, Paul Schrader se encuentra de paso en el país como invitado especial de Sanfic12, festival en el que aprovechó de abrir su edición de 2016 con su nueva producción: "Dog eat Dog".
La ocasión no pasó desapercibida, ya que la popular cinta, protagonizada por Robert de Niro y que muestra el trabajo del personaje Travis Bickle como un taxista que empieza a introducirse en la vida nocturna de Nueva York en los años 70, cumplió 40 años desde su estreno.
Es por ello que el también director recordó la importancia de película, ya que en la época en que se realizó "dio mucho de qué hablar porque era el centro de la cultura en los años 70. Se relataban gays, prostitutas y la gente veía esta película y discutía".
Además, aseguró que se siente identificado con ella, debido a que, según contó, en su personalidad hay mucho de "Taxi Driver" y de la época que estaba viviendo cuando empezó a escribirla, porque estaba pasando por una etapa depresiva de su vida.
En sus propias palabras, Schrader considera la película como un verdadero clásico cinematográfico que ha recorrido el mundo, obteniendo premios y varias nominaciones. Algo completamente diferente a lo que sucedió con otras de las cintas que llevan su nombre en los créditos, como "La última tentación de Cristo" y "Hardcore: Un mundo oculto", la cuales en sus años de estreno fueron prohibidas en algunos países, como Chile.
Una película que rompe los esquemas
Los 40 años de "Taxi Driver" no son el único motivo por el que Schrader festeja. Durante su participación en Sanfic, el director aprovechó de mostrar su más reciente trabajo, "Dog eat Dog", película protagonizada por Nicolas Cage y Willem Dafoe y con la que el festival aprovechó de abrir su nueva edición.
"Es una película que rompe con los esquemas y reglas (…) no teníamos plata por lo que podíamos hacer cualquier cosa que quisiéramos menos algo aburrido", explicó, y agregó que las producciones que rompen con lo convencional son las que llegan al éxito y enfatizó en que para él "la nueva regla era la no regla".
Según contó, para la realización de la producción se reunió a un grupo de jóvenes (entre 25 y 30), muy diferentes entre sí, lo que aportó significativamente para poder salirse de lo convencional y así crear algo completamente diferente a las que había realizado anteriormente. "Es atrevido y excéntrico y es por eso que se ha posicionado en términos muy positivos", aseguró.
Pero eso no significa que el característico sello de Schrader no se pueda ver reflejada en su nueva apuesta cinematográfica, ya que como todas las demás, "tiene que ver con la curiosidad personal". "Finalmente, hay decisiones pequeñas que se recopilan y se transformas en una firma. Las ves en conjunto y dices: 'Ese soy yo'", afirmó.
