Taylor Swift en febrero pasado.
Reuters
SANTIAGO.- No importa que Taylor Swift sea una de las cantantes más populares y rentables del mundo. Cuando se trata de cumplir con el deber cívico, todos son iguales.
Swift pudo comprobarlo cuando fue llamada a convertirse en jurado de un juicio en Nashville, tal como le habría tocado hacer a cualquier ciudadano de Estados Unidos. Eso, sin importar el hecho de que al aparecer en el juzgado perdería una de las más importantes citas del año en el mundo de la cultura pop: la ceremonia de entrega los MTV Video Music Awards.
Finalmente, y tras ser parte del proceso de selección de jurados durante este lunes, la artista no pudo continuar como parte del grupo, debido a su propio historial judicial. Según TMZ, el juez descartó la participación de la joven en este caso de violación y secuestro debido a tiene ella tiene una causa pendiente.
La cantante le recordó al juez que aún no ha terminado el proceso judicial en que ella acusa a un DJ de haberla toqueteado en el backstage de un concierto. Y es la naturaleza de estos posibles delitos lo que podría interferir en la necesaria imparcialidad con que se debe enfrentar un juicio.
Antes de que el juez tomara la decisión de dejar a Swift fuera, el resto de los posibles jurados no pudo dejar de lado el hecho de que estaban compartiendo con una de las estrellas pop más grandes del mundo: sacaron fotos del momento.