SANTIAGO.- Gabriel es un muchacho de 15 años que tiene muy pocos amigos, una compleja relación con su madre y que además no ha podido superar el fallecimiento de su padre. Su vida parece llena de obstáculos y amargura, hasta que comienzan a ocurrir acontecimientos inexplicables a su alrededor. Episodios que, en muchos casos, parecen sacados de un sueño y que desafían toda lógica.
¿Acaso Gabriel está perdiendo la razón? ¿O es que la realidad va mucho más allá de lo que él conoce y entiende? La existencia de otras dimensiones, la lucha entre el Bien y el Mal (con particulares matices, ciertamente) y la presencia protagónica de figuras que bien podrían calificarse de "ángeles" —aunque en un registro alejado del tradicional ámbito del romance paranormal— son parte de la trama de la novela "sacrificio" (Ediciones B, $ 12.900), de Jorge Silva Rodighiero.
Esta es la primera novela de Silva, quien es psicólogo de la Pontificia Universidad Católica de Chile y master en psicología clínica y psicopatología. El mismo que creció leyendo a Neil Gaiman, J.R.R. Tolkien y Frank Herbert, autores que han influido profundamente en su obra, al igual que los juegos de rol, el animé y sus propias experiencias de vida.
¿Cuál fue la principal motivación para escribir una novela como "Sacrificio"?
-Siempre he leído mucho, y el sueño de escribir una novela en la cual volcar mi imaginario siempre merodeaba en mi mente. A fines de 2014 mi papá se enfermó de cáncer y murió en enero del 2015. Un mes después terminé una relación de seis años.
Estaba bastante destruido y por lo mismo no tenía muchas ganas de socializar; después de atender a mis pacientes durante el día no tenía ganas de salir. Me refugié en mi "Fortaleza de la Soledad" y aproveché la instancia para dedicar una hora todos los días a escribir. Quería hablar de lo humano, de la vida y de la muerte, y así surgió "Sacrificio".
Más que una novela de romances adolescentes paranormales, "Sacrificio" es un viaje a través del dolor y la búsqueda de la identidad. ¿Por qué elegiste ese camino?
-Siempre me ha llamado la atención la veta trágica de la vida, en el sentido de la tragedia griega. El peso de nuestras decisiones, posibles gracias a la libertad que caracteriza a la condición humana, me parece la clave para entender nuestra existencia.
Algo que encuentro profundamente hermoso es elegir un camino a pesar de que nos traerá dolor, simplemente porque es lo que nos parece consecuente con quiénes hemos elegido ser.
¿Sientes que tu carrera como psicólogo influyó en la trama?
-Absolutamente. Creo que siempre me he preguntado por lo que nos hace humanos, lo que nos define, y por lo mismo decidí estudiar psicología. El estilo de "Sacrificio" puede ser de fantasía, pero su problemática radica en estos puntos y por tanto es absolutamente realista.
En ese contexto, ¿cuál fue el gran desafío que enfrentaste al momento de construir la trama de esta novela?
-Pensé que para examinar lo que nos hace humanos, podía ser útil tomar distancia y observarnos desde la mirada de ángeles y otros seres celestiales. El gran desafío fue describir a tales personajes con modos de pensar, sentir y actuar diferentes a lo que nos caracteriza como humanos.
Hablemos de tus influencias. ¿Qué tipo de novelas, películas o series de televisión sientes que te han influenciado como escritor?
-Creo que mi gran influencia como escritor fue "Dune", de Frank Herbert. Lo leí a los ocho años y desde ahí que soñaba escribir una novela. Lo mismo me pasó cuando el mismo año leí a Tolkien.
Otra gran influencia han sido los juegos de rol, especialmente en la escala de la novela. Juegos como "Final Fantasy", donde hay un protagonista con un pequeño número de personajes que se unen a su aventura, sin lugar a dudas influyeron en mi escritura.
A pesar de que en "Sacrificio" lo que está en juego ciertamente corresponde a algo épico (salvar la Creación), la trama se centra en pocos personajes que deben, sin embargo, enfrentar una gigantesca amenaza.
A diferencia de Tolkien u otros autores de fantasía, aquí no hay cientos de personajes y gigantescos ejércitos, sino la íntima camaradería de un pequeño grupo de individuos. Por último, cuando uno lee los combates, aparece una clara influencia de ciertos animé, como "Rurouni Kenshin" o "Saint Seiya", tanto en la velocidad como en lo acrobático de los movimientos.
¿Con qué otras obras literarias sientes que “Sacrificio” dialoga de manera estrecha?
-La obra de Neil Gaiman, quien hoy por hoy es mi escritor favorito, permea bastante la novela. La idea de que los sueños son una realidad paralela y de que poseen una verdad tan cierta como la de la vigilia, es parte central de su obra "Sandman", y es central en "Sacrificio".
De hecho, hay una cita de él antes de comenzar la novela: "No es necesario que algo haya sucedido para que sea cierto. Las historias y los sueños son reflejos de la verdad que perdurarán cuando los hechos sean polvo y cenizas, caídos en el olvido".
La lectura de Borges de "La Divina Comedia", haciendo hincapié en los distintos modos en los cuales se podía leer, también es algo que quise intentar en esta novela. Aunque "Sacrificio" puede leerse como una historia y nada más, hay un nivel subyacente en el cual se dialoga con la mitología judeocristiana, y otro con la física astronómica contemporánea.
¿"Sacrificio" es bastante autoconcluyente, ¿pero has considerado regresar de alguna manera a este complejo universo que construiste?
-Hay muchas historias que aún no he contado sobre personajes que aparecen en la novela. Me gustaría poder dedicarle un tiempo a cada uno de ellos, para así poder explorar con mayor detención sus motivaciones. Todavía estoy pensando cómo compartir esto con los lectores.
