Michael Keaton al recibir su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
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LOS ANGELES.- A punto de cumplir los 65 años, Michael Keaton no tiene aires de estrella. A menudo mira pensativo a la cámara y levanta una ceja. Pero cuando a finales de julio se inauguró su placa en el Paseo de la Fama de Hollywood, el actor resplandecía. Nunca soñó con ser famoso, aseguró ante sus fans, pero siempre quiso hacer las cosas bien. "Creo que a veces soy condenadamente bueno", bromeó. Y tiene razón. Keaton, que este lunes celebra un nuevo aniversario desde su nacimiento, mejora con los años.
Saltó a la fama en 1989 al meterse en la piel de un "Batman" atípico a las órdenes de Tim Burton y, tras una carrera inestable, volvió a despegar en 2015 como el superhéroe venido a menos Riggan Thomson en "Birdman". En la ácida comedia del mexicano Alejandro González Iñárritu, Keaton interpreta a una vieja gloria de Hollywood que persigue su marchita fama. Para el recuerdo quedará la escena en la que corre por Times Square vestido sólo con ropa interior. La película se llevó cuatro de los nueve Oscars a los que estuvo nominada, aunque a Keaton se le escapó el de mejor actor protagonista, que fue para Eddie Redmayne por su papel de Stephen Hawking en "La teoría del todo".
Keaton continuó este año su carrera ascendente con "Spotlight", que se llevó otras dos estatuillas. En ese drama, basado en hechos reales, dirige al equipo de reporteros de "The Boston Globe" que destapó el escándalo de abusos sexuales a menores de la Iglesia católica en Estados Unidos.
Los difíciles inicios
Michael John Douglas nació el 5 de septiembre de 1951 en el estado de Pennsylvania y fue el menor de siete hermanos de una familia irlandés-escocesa. Se inició primero como actor de "stand-up" y cámara, antes de conseguir sus primeros papeles en televisión. Cuando se fue a vivir a Hollywood se topó con un problema: no podía inscribirse en las asociaciones de actores como Michael Douglas, pues ya había alguien con ese nombre... Así que escogió el apellido Keaton como homenaje a su colega Diane Keaton.
Actuó por primera vez bajo la dirección de Ron Howard en "Night Shift" (1982), donde interpretaba a un loco empleado de funeraria, y recibió buenas críticas con su papel de fantasma en "Beetlejuice" (1988), también de Tim Burton. Desde entonces ha probado prácticamente todos los géneros, desde actor de Shakespeare en "Much Ado About Nothing" (1993, Kenneth Branagh) a agente del FBI bajo la batuta de Quentin Tarantino en "Jackie Brown".
Quizá a los 65 años por fin se alce con su primer Oscar. Su papel en "The Founder" como el empresario sin escrúpulos Ray Kroc, que en los años 50 fundó la cadena de comida rápida McDonalds, ya está dando que hablar. El estreno de la película está previsto para noviembre, y en el trailer se ve a Keaton ascender de sonriente representante de máquinas de batidos a durísimo "rey de la hamburguesa". "Los contratos son como corazones. Están ahí para ser rotos", le dice con frialdad a un socio al que acaba de traicionar.
Pero Keaton debe de ser muy buen actor, porque en la vida real es un hombre encantador. En su discurso de agradecimiento en la ceremonia del Paseo de la Fama habló de su difícil inicio en Los Angeles. Vivía lejos, no podía pagar un coche y muchas veces viajaba horas en autobús para llegar a sus citas. Y al final dio las gracias a su asistente, que lleva ya 34 años trabajando para él. Además, hubo elogios de su hijo Sean Douglas. El compositor de 33 años nació del único matrimonio de Keaton con la actriz de televisión Caroline McWilliams, de la que se divorció en 1990. "Me inspiras a ser valiente", le dijo Sean. Keaton interpretó a muchos antihéroes y se metió en la piel de personajes fuera de lo común. Tras más de 30 años de carrera, ahora está haciendo su mejor trabajo, consideró su hijo.