SANTIAGO.- Para reversionar una película de John Sturges ("Conspiración de silencio") hay que tener cojones. Y más aún cuando se trata de una producción que está inspirada en una historia del inigualable cineasta japonés Akira Kurosawa ("Rashomon"). Pero el estadounidense Antoine Faqua los tiene.
El responsable de "Día de entrenamiento" aceptó el desafío de MGM y Columbia Pictures y tomó la batuta del remake de "Los siete magníficos". La cinta, que el próximo jueves se estrenará en los cines chilenos, logra con óptimos resultados recrear el relato de un valiente grupo de mercenarios en su lucha a favor de una aldea de campesinos. Y aunque los más puristas puedan cuestionar este proyecto— porque los prejuicios no siempre se dejan de lado con facilidad en el mundo del cine—es innegable que se trata de un filme correcto en sus aspectos básicos: está bien escrito, bien actuado y bien dirigido, pero por sobre todo, cuenta con una atmósfera propia que le permite construir su propia identidad.
El guión escrito por el talentoso Nic Pizzolatto (creador de la serie "True Detective") y el experto en acción Richard Wenk ("Los indestructibles 2") toma la esencia de sus predecesoras e incorpora elementos que fortalecen el conflicto ante la audiencia del siglo XXI. Esto, porque apela a la faceta más egoísta del capitalismo, y también a la xenofobia y racismo que en los últimos meses ha quedado en evidencia con la candidatura presidencial de Donald Trump en Estados Unidos y el triunfo del Brexit en el Reino Unido.
Al igual que en "Los siete samuráis" (1954) de Kurosawa y "Los siete magníficos" (1960) de Sturges, el conflicto surge con la presencia de un villano que se aprovecha de una humilde comunidad. Pero esta vez no se conforma sólo con asaltar a los campesinos, pues el malvado Bartholomew Bogue— interpretado por Peter Sarsgaard ("El precio de la verdad")— es un corrupto empresario minero que por la fuerza impone la expropiación de tierras. El abusivo antagonista está dispuesto a cobrar las vidas que sean necesarias con tal de tener oro a un bajo precio.
En las películas de Sturges y Kurosawa la decisión de hacer frente al enemigo es tomada por el anciano del pueblo, pero en la adaptación de Faqua la iniciativa es puesta en marcha por una mujer (Haley Bennet) que vio morir a su esposo en manos del villano. La presencia de esta viuda empoderada es otro elemento que refresca el conflicto.
Denzel Washington asume el rol de líder del grupo de mercenarios que en el western de 1960 interpretó Yul Brynner. Eso sí que bajo un nuevo nombre (Sam Chisolm), identidad y con otra raza.
Es importante destacar que todos los "magníficos" son tipos que no encajan en el patrón social de su entorno, y muchos de ellos son discriminados por su lugar de origen (hay desde un mexicano hasta un asiático). Pero todos cumplen con una premisa: son tipos bondadosos.
El variopinto grupo es conformado por los actores Chris Pratt ("Guardianes de la galaxia"), Ethan Hawke ("Antes del amanecer"), Vincent D'Onofrio ("Nacido para matar"), el surcoreano Byung-hun Lee ("G.I. Joe"), el mexicano manuel García Rulfo ("Cake") y el actor de origen indígena Martin Sensmeier.
"Los siete magníficos" se estrenó en el Festival de cine de Toronto con críticas mayoritariamente positivas, aunque los dos medios más influyentes de la industria (Variety y The Hollywood Reporter) fueron cautos en su evaluación. El debut internacional de el filme está agendado para esta semana, y se espera que alcance el tope de la taquilla.
