"No está en mi ADN ser una persona violenta", dijo Gómez-Pablos.
La Segunda
SANTIAGO.- En medio de un bullado divorcio, Amaro Gómez-Pablos y Amaya Forch vivirán otro round en tribunales. La actriz presentó una denuncia a mediados de septiembre en contra del periodista y ex conductor TVN por violencia intrafamiliar, algo que el acusado negó completamente.
"Estoy sorprendido, dolido por la bajeza (...) Lo cierto es que para mí esta situación ha sobrepasado los límites de la decencia", señaló el chileno-español al programa de farándula "SQP". Asimismo, enfatizó en que los sucesos no ocurrieron como Forch relató en la acusación.
Según la demanda —cuya audiencia quedó fijada para octubre—, el periodista habría violentado a su (todavía) esposa y a sus hijos cuando se los llevaba a su propia casa, algo que desmintió rotundamente, asegurando que él tiene todo el derecho de entrar a la casa cuando quiera, a pesar de que no lo haga normalmente. "No soy un criminal (...) Yo puedo entrar a esa casa, casa que yo pago. Mi hija estaba llorando y como estaba llorando yo entré", sostuvo.
"En Chile las mentiras quedan, no tienen consecuencias.
Lo único que yo no entiendo, que cuál es el ánimo de la destrucción y seguir en esta senda, cuando sigo siendo el sostén de la familia, y cuando mi hija mayor de 10 ya tiene conciencia plena de los acontecimientos", agregó en el espacio de CHV.
Gómez-Pablos también añadió que la demanda es "muy coincidente", ya que se da en medio de un juicio por rebaja de pensión alimenticia, con un acuerdo económico de grandes cifras. "No está en mi ADN ser una persona violenta (...) Esta es una bajeza máxima. Los hechos hablan por sí solo", finalizó el ex conductor del noticiero "24 horas".