LONDRES.- El Museo Británico adquirió 16 importantes litografías y tres grabados al aguatinta del pintor malagueño Pablo Picasso, correspondientes a finales de los pasados años cuarenta y principios de los cincuenta.
Con el apoyo de donantes individuales y del Fondo del Arte, una organización sin fines de lucro dedicada a ayudar a museos y galerías a adquirir y mostrar obras de arte, el Museo Británico ha podido aumentar la representación de Picasso como litógrafo.
Estas obras, que el museo londinense expondrá en enero del próximo año, fueron realizadas en París cuando el artista trabajó en estrecha colaboración con el litógrafo Fernando Mourlot. Mientras que las aguatintas corresponden a principios de los años cincuenta cuando Picasso experimentaba con las técnicas de la litografía en el estudio de Roger Lacouriere, en París.
Según el museo, de las 16 litografías, seis están inspiradas por la belleza de la artista Françoise Gilot, a la que Picasso conoció por primera vez en 1943 cuando ella tenía 21 años y él 62.
Estos trabajos muestran la fluidez con la que Picasso manipulaba y reconocía el rostro de su amante, distinguido por su larga melena, y destacan por el erotismo de la figura.
Entre las obras también resaltan unas que corresponden a los retratos de Daniel-Henry Kahnweiler, el marchante alemán con el que Picasso mantuvo una larga, aunque a veces difícil relación, desde antes de la I Guerra Mundial hasta su muerte en 1973.
Esta adquisición forma parte de una importante campaña del Museo Británico para representar el trabajo de Picasso como litógrafo, puesto que llegó a producir más de 2.500 obras.
Esta adquisición sigue a otra realizada en 2013, cuando la galería compró 17 grabados de linóleo de Picasso de 1962, y después de que en 2011 el museo se hiciera con la Suite Vollard, un conjunto de cien grabados del pintor de los años treinta, mientras que en 2014 también obtuvo la Suite 347, un conjunto de grabados del artista de finales de los años sesenta.
Con la nueva compra, la colección del museo cubre los trabajos de los más importantes periodos que Picasso dedicó a la litografía, que van desde los grabados Comida Frugal de 1904; la Vollard Suite, de los años treinta, las litografías de finales de los años cincuenta y principios de los sesenta y los de finales de su vida.
Según el museo, este grupo de grabados, muy variados en cuanto a expresión y estilo, ayuda a mostrar al público la creación del artista español en toda su profundidad.
Con más de 550 grabados de Picasso en sus salas, el Museo Británico es ahora un punto de destino para el estudio de su obra litográfica, tanto a nivel nacional como internacional.
El director del Fondo del Arte, Stephen Deuchar, que no dio detalles de los vendedores, dijo que fue imposible "resistir" la posibilidad de adquirir este grupo de trabajos.
"Incluso en una colección tan grande e importante de pinturas y grabados del Museo Británico, éstas destacan por su fuerza visual y arte histórico", agregó Deuchar.
En tanto, el director del Museo Británico, Hartwig Fischer, afirmó que estas obras suponen un aporte "significativo" para el centro y destacan como una de las más importantes colecciones del mundo.