La actriz señaló que tomó la medida para que "se acabe este circo de farándula".
El Mercurio
SANTIAGO.- El polémico divorcio de Amaya Forch y Amaro Gómez-Pablos tomó otro rumbo al salir a la luz la denuncia que la actriz presentó por una supuesta violencia intrafamiliar que habría sufrido ella y uno de sus hijos. El hecho fue rápidamente desmentido por el periodista chileno-español,
quien aseguró no ser un criminal.
Tras las declaraciones del ex conductor de "24 horas" en varios medios de espectáculos, la también cantante decidió retirar la acusación presentada a mediados de septiembre. Según el matinal de Canal 13, "Bienvenidos", Forch tomó la iniciativa para que se "acabe este circo de farándula".
Según la denuncia, Gómez-Pablos habría agredido psicológicamente a la hija mayor de la pareja. Sin embargo, el ex rostro de TVN aseguró que era mentira. "Estoy sorprendido, dolido por la bajeza (...) Lo cierto es que para mí esta situación ha sobrepasado los límites de la decencia", dijo al programa SQP la semana pasada.
A raíz de esto, Forch envió un comunicado en el que enfatizó que "ninguno de los dos protagonistas de esta historia hemos querido ni hemos tratado de publicitar nuestros desacuerdos". "Por el bien de nuestros hijos, con vuestra y nuestra discreción, permítannos encontrar la forma de conciliar los mejores acuerdos para ellos", finalizó en el escrito, haciendo un claro llamado a los medios.