"Westworld", protagonizada por Anthony Hopkins, se estrena este domingo por HBO.
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SANTIAGO.- Westworld es un parque de diversiones para adultos creado por el doctor Robert Ford, en el cual la gente asiste por un día para cumplir sus fantasías —algunas de ellas bastantes oscuras y sádicas—. El lugar, está ambientado en un mundo futurista que recrea el Lejano Oeste —tal como lo señala el nombre— donde robots que emulan la fisonomía humana, con una inteligencia artificial avanzada, interactúan con los visitantes.
Ese es el trama principal de "Westworld", la nueva serie de ciencia ficción de HBO que se estrena este domingo 2 de octubre (23:00 horas), y que llega como la gran apuesta de la cadena para igualar el éxito de "Game of Thrones". El programa, protagonizado por Anthony Hopkis, está basado en la película homónima que realizó Michael Crichton en 1973.
Bajo las órdenes de Jonathan Nolan (hermano de Christopher Nolan; creador de la serie "Person of Interest" y co-guionista de "El caballero de la noche"), "Westworld" muestra una oscura odisea sobre el surgimiento de la consciencia artificial y la evolución del pecado, explorando un mundo donde cada deseo humano, independientemente de su nivel de nobleza o depravación, puede ser perdonado.
La producción, que en un principio parece ser bastante compleja —según han indicado quienes han logrado ver los primeros episodios—, sigue al Dr. Ford y a Bernard Lowe (Jeffrey Wright), científico encargado de crear la vida artificial del parque. Ambos se dan cuenta que los robots empiezan a actuar extraños y con conciencia propia, lo que desencadenará una serie de eventos que terminarán gatillando la rebelión de estos robots.
"Este es el bebé de Jonathan Nolan, él está fascinado con la apariencia y el desarrollo de la inteligencia humana y la inteligencia artificial", asegura Hopkins sobre la serie. El ganador del Oscar por su rol en "El silencio de los inocentes" cuenta, además, que aceptó el papel prácticamente por dos motivos: regresar a la televisión y por la complejidad de la historia y de su personaje. "(El dr. Ford) controla todo y quiere perfeccionar todo, lo significa que está loco", afirma.
¿Qué nos puedes decir de tu personaje, el Dr. Ford?
Siempre interpreto personajes que están en control, lo que es completamente en contra de mi naturaleza. Dejo que todo fluya ahora y me encanta estar así. No me puedo tomar todo muy seriamente. Con el Dr. Ford es en una escala masiva, que controla todo y quiere perfeccionar todo, lo significa que está loco.
¿Qué es lo que crees que tienes que siempre tienes esos roles que son controladores?
No tengo idea. Quizás soy muy frío. Creo que puede ser la mirada en blanco. Pero no es algo que me entusiasme, nunca me ha interesado ser controlador. Creo que la mayoría de nuestros sufrimientos vienen de cuando tratamos de controlar todo, o dominar otras personas o a nosotros mismos, aterrorizarnos a nosotros.
¿Qué es lo que te atrajo del proyecto?
Mi agente me llamó un día y me preguntó si quería estar en "Westworld". Le pregunté si en la película y me dijo que era algo de HBO, y yo no había hecho televisión en años. Me mandaron el guión y dije: "¿Interpretar al Dr. Ford? Es muy complicado". Pero acepté. Eso fue en 2014.
¿Qué crees que aportó tu experiencia a la producción?
Tengo mucha imaginación, y mientras trabajo en mi parte, veo cómo se podrían hacer las cosas, geográficamente. Me acuerdo que hice una escena para "Westworld", con una buena directora, Michelle MacLares. Tuve en mi cabeza una visión cinematográfica y le dije cómo me gustaría hacerlo. Después Jonathan (Nolan) vino al set y dijo "Dios mio, jamás creí que esta escena fuese a funcionar de esta forma".
¿Eres fanáticos de las historias de ciencia ficción y las distopías en general?
Cualquier idea de una utopía o distopía la encuentro alarmante. Es decir, en el siglo XX muchas ideas de utopías causaron matanzas y horrores. Escucho opiniones de la gente, pero creo que lo único seguro es la muerte. Algunos creen que ser una celebridad o ser exitoso es sinónimo de inmortalidad, pero eso no significa nada. Podemos tratar de controlar todo, pero no hay control. Eso es lo bueno: no hay control.
