La colaboración entre Paul McCartney y Neil Young fue uno de los momentos más destacados de la noche.
AFP
INDIO.- La segunda noche del festival de rock Desert Trip tuvo como protagonistas a Paul McCartney y Neil Young. Dos propuestas diferentes, pero que desataron la misma euforia en el público.
Este evento —que tiene lugar en la ciudad californiana de Indio en el mismo recinto que Coachella— celebró ayer una nueva jornada reuniendo a legendarias figuras de la escena musical. El viernes fue el turno de
Bob Dylan y los Rolling Stones, y hoy The Who y Roger Waters cerrarán el certamen.
La noche del sábado, en el desierto californiano se palpaba una gran expectación entre el público que abarrotaba el Empire Polo Club de Indio y Paul McCartney rompió el silencio con "A Hard Day's Night".
Bromista y con ganas de pasarlo bien se mostró el músico, quien en el primer tramo incluyó "Can't Buy Me Love" y "Day Tripper", canción con la que prometió montar una fiesta "al estilo Liverpool".
El ex Beatle continuó el espectáculo interpretando "Let Me Roll It" y posteriormente rindió tributo a Jimi Hendrix con una instrumental "Foxy Lady".
Más adelante, entre otros temas, sonaron canciones como "We Can Work It Out", "Love Me Do" —dedicada al fallecido productor George Martin— y "Blackbird", las que fueron dando forma a una sección melódica y sosegada en la que la voz de McCartney se volvió fina y delicada.
En ese mismo terreno interpretó "Here Today" como homenaje a John Lennon, que se llevó una gran ovación por parte de los espectadores.
"Being for the Benefit of Mr. Kite!" sirvió de alfombra roja para que apareciera Neil Young como invitado estelar y juntos interpretaran "A Day In The Life", "Give Peace a Chance" y "Why Don't We Do It in the Road?", en una colaboración celebrada por la gente, la que quedará como uno de los grandes momentos del Desert Trip.
Los fuegos artificiales de "Live And Let Die" prepararon la despedida de McCartney, que gritó "Hey Jude" ante un mar de brazos en alto y cantó "I Wanna Be Your Man", un single que Lennon y él escribieron para los Rolling Stones, como devolución por la versión que Jagger y compañía hicieron ayer de "Come Together".
Con "Carry That Weight" y "The End", McCartney puso el broche final a un concierto que duró más de dos horas y media.
El mensaje de Neil Young
La jornada había comenzado con la actuación de Neil Young, que sobre el escenario dispuso una serie de tipis con el lema "el agua es vida" como muestra de su apoyo a la lucha de la comunidad nativa de "Standing Rock", en Dakota del Norte, contra un oleoducto que podría arruinar las aguas de las tierras en las que viven.
El músico comenzó la velada en solitario, alternando el piano y la guitarra, con "After the Gold Rush" y "Heart of Gold".
Posteriormente salió a escena Promise of the Real, su banda de acompañamiento que clavó los pasajes más tranquilos y también el tono más épico y contundente.
Temas como "Harvest Moon", "Words (Between The Lines of Age)" y "Powderfinger" y "Down By The River" fueron dando vida al recital que duró cerca de dos horas.
Los mensajes reivindicativos en favor del medioambiente las comunidades indígenas y los granjeros tuvieron un notable protagonismo, y el músico tampoco dejó pasar por alto las elecciones estadounidenses.
"Vengan mañana porque Roger (Waters) va a construir un muro ("The Wall") y va a hacer a México grande de nuevo", dijo Young, muy crítico con Donald Trump, en referencia al lema de campaña "Make America Great Again" ("Hagamos a EE. UU. grande de nuevo") del polémico candidato republicano a la Casa Blanca.
Con esa intención en la cabeza, el abrasivo concierto de Young sólo podía tener un final y "Rockin' In The Free World" levantó por última vez a un público que repletó el recinto californiano