Con la cabeza más fría, el ex director ejecutivo de Chilevisión analizó su salida en conversación con la revista Capital. "¿Qué es el 13 en mi vida? Es un chiste de mal gusto", dijo en una extensa entrevista publicada este jueves.
"Pienso ahora que es muy posible que la causa de mi salida no haya sido por desempeño. Nadie que sepa de este negocio— o de cualquiera— puede pretender que un plan hecho con seriedad pueda exhibir cambios en un plazo de cuatro meses y medio", explicó.
El ex responsable de la programación emitida por la señal de Inés Matte Urrejola contó que aceptó el puesto tras ser invitado por René Cortazar, con quien trabajó en TVN, y por el propio Andrónico Luksic.
"A mi me invitaron a colaborar para que este proyecto saliera adelante. Tú sabes cómo es la gente para contratar. Te dicen 'puedes hacer todo lo que quieras, tienes todas estas lucas'. Luksic me aseguró 'me da lo mismo la plata. Dale pa' delante'. Tenía cancha abierta, pero una vez adentro, la cosa se contrajo un poquito", dijo.
"Las cosas que nacen mal terminan mal. Y esto nació mal. No partió como iniciativa de Cristián Bofill, quien era director ejecutivo de Canal 13. Y eso se notó", añadió.
"Duré menos que un candy. Y eso que no hice ninguna barbaridad", declaró De Aguirre. "Probablemente yo no entendí la cultura del 13, ellos no entendieron o no les gustó la estrategia que presenté o mi modo de ver la televisión. Además, los puestos de confianza son frágiles en Canal 13. Hay un management con liderazgos poco claros, que por momentos confunde más de lo que orienta. Existe un dueño que opina y todo el mundo corre, un presidente del directorio que no está, y que después está, una crisis económica que está persistentemente presente en la evaluación de programas y, por otro lado, un dueño que dice, 'échale no más para adelante'. Entonces, es un poquito complejo hacer andar un proyecto coherente. La televisión se hace con templanza. Y en Canal 13, la templanza era un atributo difícil de encontrar", aseguró.
El responsable de haber llevado a Chilevisión y TVN al primer lugar de sintonía considera que el problema de Canal 13 es su estrategia a corto plazo. "No existe una buena telenovela, un buen programa de humor, un buen programa de noticias con la histeria de que ¡estamos perdiendo, estamos perdiendo! "Necesitamos ganar ahora ya! La televisión, a mi juicio, se hace con propósitos, metas, profesionalismo, entusiasmo y una dosis razonable de tolerancia al fracaso. Los winners se frustran permanentemente y terminan tomando muy malas decisiones...se olvidan de que esto es servicio público".
"Veinticinco años en televisión no me los regalaron y en ambos casos (TVN y CHV) llegamos a los primeros lugares, por lo tanto, algo debo saber. Y lo digo con mucha humildad. En televisión hay que entender qué está pasando en el país, que está pasando en el mundo, y tratar de interpretar y hacer conexiones de manera transversal con las audiencias, desde el ABC1 hasta el D. No hay que quedarse pegado en un esquema de sociedad de elites", añadió.
Por otra parte, en sus declaraciones deslizó los problemas de manejo de equipos por parte de la plana mayor. "Me entendí bien con los equipos de trabajo. Suelo tener buena onda porque llevo mucho tiempo en televisión, podemos tener discusiones horizontales, pero sé que las instrucciones a quienes trabajan en puestos más abajo hay que darlas con ciertos códigos. Estas cosas operan por convencimiento, no por autoritarismo. Pero bueno, eso tendrán que aprenderlo los que llevan menos tiempo".
